CRÍA. La empresa también produce alevines en San Fernando. / A. Z.
Janda

Un robo de peces reproductores obligará a Cupimar a afrontar pérdidas por valor de tres millones

Las instalaciones que la empresa de cultivos marinos Cupimar tiene en la localidad de El Palmar fueron objeto ayer de un robo que se saldó con la sustracción de una importante cifra de peces reproductores: 17 ejemplares de corvina y 27 de lenguado. La Policía Nacional estudió durante la pasada jornada el entorno de la piscifactoría y ya ha iniciado las tareas de búsqueda de los culpables de este incidente, que tuvo lugar durante la madrugada del pasado martes.

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La directora de Cupimar, África Rosa, explicó que las primeras pistas de este robo condujeron a la empresa a San Fernando. «Cada pez sustraído llevaba injertado un chip localizador y la señal de muchos ejemplares procedían del isleño Mercado de San Antonio. De hecho, varios lenguados aparecieron en el almacén de uno de los puestos de dicha superficie», señaló Rosa.

Los primeros indicios apuntan a que los malhechores intentaron dar salida comercial a los reproductores en el complejo de San Antonio. Tras tener conocimientos de estos hechos, la empresa formalizó la correspondiente denuncia ante la Comisaría de Policía Nacional de San Fernando.

Rosa aclaró que este suceso supone un serio revés para Cupimar, ya que si bien el precio en el mercado de dichos ejemplares no alcanza los 100.000 euros, el coste ocasionado por la pérdida de la producción de alevines prevista para estos peces supera en mucho dicha suma. «Nuestros cálculos indican que del presente ejercicio al año 2013 la empresa acumulará una pérdida superior a los tres millones de euros, ya que los peces robados tenían capacidad suficiente para procrear durante varios años. Sin ir más lejos, Cupimar esperaba ingresar en 2008 alrededor de 500.000 euros en concepto de producción de alevines pertenecientes a las especies sustraídas ayer», subrayó la directora.

Reestructuraciones

La responsable de la empresa también explicó los motivos que hacían inviable la sustitución de estos peces reproductores por otros nuevos. «La cría es un proceso muy complejo. Los anteriores ejemplares habían superado un largo proceso de domesticación y ya estaban habituados a las condiciones propias de la cautividad», detalló Rosa.

El incidente, que ha dejado a Cupimar sin ejemplares reproductores de lenguado, obligará a la mercantil a plantear ciertas reestructuraciones para superar esta difícil situación.

Esta empresa especializada en los cultivos marinos ya sufrió un robo de similares características hace poco más de una década, cuando unos individuos sustrajeron un considerable número de reproductores de lenguado de las instalaciones que Cupimar mantiene en San Fernando.