El sector confía en que el nuevo consejero dé continuidad a los proyectos turísticos

La presión del sector turístico malagueño surtió efecto y ayer tomó posesión de su cargo el nuevo consejero de Turismo Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía, Luciano Alonso. Este nombre fue uno de los que más sonaron en los mentideros de la Costa del Sol tras la elecciones y, al parecer, al presidente de la Junta le interesó la propuesta. «Por algo Málaga es el destino turístico número uno y es normal que ellos barran para su terreno», como explicó el presidente de los hoteleros de Cádiz, Antonio Real, al conocer las intenciones del grupo de presión de la provincia vecina. Alonso toma el relevo de manos del jerezano Sergio Moreno, quien estuvo al frente de la Consejería durante la última legislatura, y que mostró su apoyo, al menos en cuanto a presencia, a las actuaciones promocionales de la provincia de Cádiz.

Las primeras declaraciones de Alonso no se hicieron esperar y ayer anunció que la sede de la Consejería de Turismo permanecerá en Sevilla y no será trasladada a la Costa del Sol, como también pedían los empresarios malagueños, pero puntualizó que tiene la intención de «incrementar» su presencia en aquella provincia, de la que procede.

El representante de los hoteleros gaditanos, Real, respondió a estas declaraciones con la esperanza de que «como malagueño y como andaluz esté presente en todas las provincias». El presidente de la Asociación de hoteles, restaurantes y cafeterías, Antonio de María, se mostró conforme con el nuevo consejero siempre que dé continuidad a los proyectos recogidos en el Plan de Turismo 2020. Para De María, «en el turismo no hay política sino actuaciones profesionales». Pero a pesar de esto, respecto a la presión ejercida por los empresarios malagueños para que el nuevo consejeros fuese de allí, se explicó diciendo que «cuando lo pedían por algo será».

El nuevo consejero ha señalado como principales retos de futuro la lucha contra la estacionalidad y la creación de empleo. Asimismo, marcó como una de sus prioridades garantizar la calidad de las playas y del litoral, con vistas al verano, ya que éste es el segmento «con más posibilidades y más cuota de mercado», incidiendo para ello en su «regeneración y limpieza».

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