Blanco dice que ve en el PP un descomunal autoritarismo

El PSOE sacará punta hasta donde pueda de la crisis abierta en el Partido Popular. El secretario de Organización del partido, José Blanco, aprovechó ayer su habitual rueda de prensa de los lunes para meter el dedo en la llaga y asegurar que tras escuchar a Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre está claro que el primer partido de la oposición «está lejos de encontrar el camino para solucionar los problemas de la sociedad española del siglo XXI» y que el Congreso que celebrará en junio «no significará el final de un debate sino el inicio de más dudas».

Blanco recurrió a las palabras con las que el presidente del PP invitó a Aguirre a abandonar el partido para adjudicarle una actitud dictatorial. «Me parece una concepción perversa de la democracia eso de 'el que no esté de acuerdo conmigo que se marche'»; refleja una dosis de autoritarismo propia de una persona como Rajoy», subrayó.

Con una buena dosis de ironía, aseguró que no le dará consejos «no vaya a ser que acierte», pero a continuación, los dio. «Si el PP quiere encontrar su camino la democracia es una buena forma», concluyó. El número dos del PSOE afirmó varias veces no querer inmiscuirse en los asuntos del principal partido de la oposición, pero añadió que, después de dos derrotas electorales, «no vendría mal que el líder y el partido reflexionaran sobre las causas de la derrota».

Soluciones del pasado

Así, dijo confiar en que los populares organicen su congreso «lo mejor posible», pero se mostró convencido de que la asamblea sólo generará «más dudas», porque tanto Mariano Rajoy como Esperanza Aguirre -que insiste en que no tiene previsto presentarse- «son soluciones del pasado». En todo caso, recalcó que, a causa de su «pelea interna», el PP y «la derecha está muy lejos de encontrar el camino para afrontar los verdaderos problemas de los españoles».

Así, destacó que los dirigentes nacionales del PP «no saben no contestan», en un momento en que los líderes territoriales han optado de nuevo por «la tentación demagógica, insolidaria y la fabricación artificial de falsos agravios» respecto a la política de agua. «Son incapaces de asumir su responsabilidad como dirigentes del partido porque toda su atención está en una pelea interna», añadió. En el caso del agua, unos días después de que el Gobierno aprobara una «conducción provisional» de agua del Ebro desde Tarragona a Barcelona, Blanco insistió en que el Ejecutivo actuó de manera «responsable, solidaria y coherente» mientras «algunos» responsables han vuelto a la «crispación».

Además, a pesar de las palabras de Aguirre de que su intención era provocar un debate ideológico en el partido, Blanco opinó que una iniciativa de este tipo se hace intercambiando documentos y propuestas. «Nada de lo que hemos visto es un debate ideológico, yo dudo de que sea realmente un debate», zanjó el líder socialista.