El Barça, ante su rival más duro

Dándole un breve y rápido repaso a la estructura del Manchester United, es evidente que su actual estado de forma le sitúa como favorito en la semifinal de la Liga de Campeones ante el Barcelona que empezará el próximo miércoles en el Camp Nou. Su fútbol intenso, estructurado en torno a la posesión del balón, le privilegia para situarse en la gran final de Moscú.

El Manchester United llega a la semana más decisiva de su temporada en un momento óptimo. Un estado cercano al éxito emborronado únicamente por su empate de este sábado ante el Blackburn Rovers que le deja con sólo tres puntos de ventaja al frente de la Premier. Una renta exigua teniendo en cuenta que el próximo fin de semana, justo en medio de la eliminatoria ante el Barça, se enfrentará al Chelsea, su inmediato perseguidor. Ese último traspiés no va a resquebrajar ni un ápice la solidez de un bloque que encandila con la pelota en los pies y sufre cuando se la roban. El conjunto enhebrado por Sir Alex Ferguson, que lleva 21 temporadas al club, se fundamenta sobre tres ejes básicos: competitividad, intensidad y calidad.

Competitividad. El United no necesita estar a gran nivel para maniatar a su adversario. Sus ansías de victoria y su denodada capacidad de lucha son virtudes creadas alrededor de un bloque con una evidente mezcla entre veteranos contrastados y jóvenes con hambre de triunfo.

Intensidad. Los red devils nunca desfallecen, ofreciendo un ritmo de juego inalcanzable para cualquier equipo de la Liga. Sus jugadores apenas ruedan sobre el césped, no pierden el tiempo, no se distraen en protestas a los árbitros.

Calidad. Un factor innegable y necesario para cualquier equipo de alto nivel. Su ataque con Cristiano Ronaldo, Rooney o Tévez puede sonrojarte en cualquier instante. Además, se apoyan en un centro del campo contundente y sólido y una defensa mucho mejor de lo que algunos se creen.