Aprobado para el Puerto Real

El partido comenzó con anécdota. En la sede central sevillana de la Federación Andaluza, el responsable de tramitar los horarios debió pensar más en colgar los farolillos de alguna caseta que en su propia faena. El Puerto Real había comunicado por fax que el horario de inicio sería a las 17.30 horas. Sin embargo, con la cartelería en la calle, se citó a árbitros y equipo rival a las 17.00 horas. Hubo tolerancia en el juez de la contienda y se aplazó el inicio a la hora de los carteles. No se confirma si el responsable federativo ya había catado la manzanilla en estas fechas de pre-feria.

Una vez en el campo, se presumía mayor igualdad de la que, a la postre, se evidenció. Partían cuarto contra segundo en la tabla, pero el Villanueva no justificó su clasificación. El dominio de los verdiblancos fue patente desde el inicio, si bien las ocasiones no estaban siendo meridianamente claras. Para colmo, el meta jarote parecía siempre bien situado. A los 19 minutos llega una de las claves del choque: el central Elvio derriba en la frontal a Rafa Caro. Le supone la segunda amarilla en ese poco más de cuarto de hora de juego.

El Puerto Real no iba a tardar en aprovechar la coyuntura. Balón desde la derecha -cinco minutos después de la expulsión- que Pablo Rotundo conecta al arco de empalme y hace pleno honor a su apellido. El tanto no cambia la decoración. El Villanueva tiene oficio, se emplea con dureza y con orden en defensa, pero los puertorrealeños superan en juego al cuadro cordobés.

Al llegar al intermedio, la sensación de la grada era dividida: por una lado, la superioridad local era incuestionable, pero el Villanueva llegaba vivo al segundo período, porque un gol de ventaja no era suficiente renta.

Más de lo mismo

Y esa sensación fue un pleno de continuismo durante gran parte de esos segundos 45 minutos. Concretamente, hasta que se repitió el esquema anterior. En el 83', Lucho realiza un entrada aparatosa a Miguel Ángel y ve la segunda amarilla. Ya con nueve jugadores, solo faltaba la puntilla. Y tardó dos minutos más. Óscar Horta manda en largo por la derecha, toca Rafa Caro para que Mario Pizarraya -veloz desde que entró al juego- centre a media altura. El arquero Óscar Benito logra rechazar en primera instancia, pero Dani Olsson lo caza y manda inapelable a la red. Es el segundo de la tarde y el finiquito del partido.

Con todo, el Puerto Real pecó de una relativa falta de ambición. El Villanueva estaba en un tris de ser noqueado del todo, de besar la lona. En el encuentro de ida se dio el marcador final de 4-1. Se estaba, por tanto, a un solo tanto de igualar el goal-average, pero no se buscó con el ahínco necesario en ese postrero aliento de partido.

Y aunque parezca relativamente poco importante ese detalle, lo cierto es que se prevé un final muy cerrado de liga. Los goal-average pueden tener carácter vital. Y el Puerto Real los tiene definitivamente perdidos con Villanueva y Balona, y muy en su contra, de momento, frente a San Fernando y Sanluqueño. Sólo le favorece ante Pozoblanco. No es un buen panorama en caso de empates finales.