opinión

Calle Porvera | El derbi de las angustias

Aún no nos hemos recuperado de la resaca del Gran Premio de Motociclismo y ya tenemos a la vuelta de la esquina el Xerez-Cádiz, el derbi de las angustias, de las necesidades y de las urgencias. Los azulinos, en puestos de descenso y a cinco puntos de los de salvación, necesitan imperiosamente vencer para mantener viva la llama de la esperanza. Los amarillos, por su parte, no tienen ya opciones de ascenso y una derrota en Chapín podría situarles en una situación de lo más incómoda, incluso -dependiendo de los resultados de otros encuentros- a sólo tres puntos de las posiciones que llevan al pozo de la Segunda División B.

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No será un duelo en las alturas, como lo fueron en el pasado, pero convendrán conmigo en que aún así le sobran alicientes. Podría decirse, incluso, que es el derbi más dramático de los últimos años por la importancia de los puntos en juego para ambos equipos. Precisamente por eso es posible que no veamos un partido espectacular, pero seguro que la intensidad y la emoción lo compensarán sobradamente.

Cuentan que el entrenador xerecista, Esteban Vigo, repetirá lo que ya ha sido bautizado como el once de la salvación, un equipo titular que los aficionados azulinos ya conocen de memoria. Y acierta el boquerón, porque a estas alturas y en la situación en la que estamos no creo que sea cuestión de andarnos con experimentos, y menos aún cuando parece haber dado con la tecla buena.

Quedan poco más de dos días para que los jugadores hablen sobre el campo y dejan a un lado los tópicos de los días previos. Y para que la afición xerecista dé una lección de amor a los colores y, sobre todo, de deportividad.

wjamison@lavozdigital.es