Esperando a Chikilicuatre

Rodolfo Chikilicuatre interpretará su famoso Baila el Chiki-chiki ante los 140.000 espectadores que presumiblemente abarrotarán mañana las gradas del Circuito de Jerez. Y, por lo visto, tiene intención de convertirse en uno de los grandes protagonistas de la jornada. A las 10.15 horas dará una vuelta al trazado jerezano a bordo de un descapotable, desde el que entonará el tema que representará a España en el festival de Eurovisión el próximo 24 de mayo.

Pero no será su única aparición estelar. El personaje interpretado por David Fernández calentará motores ya esta noche en el concierto que ofrecerán Los Despistaos y Jarabe de Palo a los moteros en el parque González Hontoria.

Primeros conciertos

Y mientras llega el momento de la actuación de Chikilicuatre, uno de los personajes del momento en el país, Jerez dio ayer el pistoletazo de salida a la oferta de conciertos organizada con motivo de la celebración del Gran Premio de Motociclismo. Fueron dos los escenarios que, tal como estaba previsto, concentraron, la atención de la mayoría de moteros: el pabellón de Ifeca y el mencionado parque González Hontoria.

En el primero, y dentro de la programación de la I Feria de la Moto, MotoJerez, actuaron media docena de artistas. Aunque no son excesivamente conocidos -con la excepción, quizá, de Ferrara y Pedro Marín, este último uno de los iconos del pop español de los 80-, consiguieron congregar a numeroso público por la tarde en el interior del pabellón central de Ifeca.

El plato fuerte -esta vez sí en directo- llegó ya por la noche. Fue a partir de las nueve de la noche con los conciertos de Rosendo y Barricada en el parque González Hontoria. Rosendo fue el primero en salir el escenario. Lo hizo, eso sí, ante escaso público, apenas 500 personas, aunque la cifra fue creciendo poco a poco a medida que pasaban los minutos. Repasó buena parte de los éxitos de su dilatada carrera y los tema de su último trabajo.

Después de casi hora y media cedió el testigo a Barricada, otro clásico del rock español que tampoco defraudó a los presentes. El público ya era algo más numeroso, llegando a superar de largo las mil personas.