El PP aprueba los presupuestos con casi tres millones para publicidad

Los presupuestos municipales de 2008 fueron aprobados ayer por el PP con el apoyo del concejal del PA, Antonio Jesús Ruiz, y del edil no adscrito, Fernando Gago, y con el voto en contra de la oposición al completo. Un río de insultos y descalificaciones retumbaron en las paredes del salón de Plenos durante toda la sesión.

Todos los partidos de la oposición coincidieron en denunciar la cuantía económica dedicada a la Concejalía de Comunicación. Más de dos millones de euros de los 101 del presupuesto total «para autobombo y publicidad», señaló la edil de IP, Silvia Gómez.

Además, desde Izquierda Unida, Ángeles Mota, denunció «la poca importancia que se le había dado a la Concejalía de Bienestar Social», a la que se dedica alrededor de 4 millones de euros.

Alcaldía, por su parte, recibirá unos 17 millones de euros, cantidad considerada «excesiva» por parte de la oposición. «Es mucho dinero sacado de los bolsillos de los portuenses», sentenció el edil del PSOE, Joaquín Corredera.

Por su parte, el responsable de los presupuestos, David Páez, defendió ferozmente el documento económico argumentando que las cuentas realizadas son «racionales y equitativas a las necesidades existentes».

Además, Páez incidió en que el presupuesto cumple con los límites marcados por la ley con un índice de endeudamiento que no supera el 91%, siendo el máximo exigido el 110%.

No convence

Pero estas aclaraciones no convencieron a la oposición que sigue considerando «un derroche» las partidas destinadas a los cargos de confianza y a Alcaldía.

La contratación de servicios a empresas externas fue otro de los argumentos de la oposición para votar en contra de los presupuestos. Más de 47.000 euros serán destinados a realizar una auditoria de Patrimonio, 35.000 euros en Policía Local y 81.000 euros para estudiar el sector industrial, entre otras. Todo ello será realizado por empresas externas.

De este modo, el PP aprobó sus primeros presupuestos políticos, tras un debate de más de cuatro horas en los que oposición y equipo de Gobierno siguieron sin entenderse.