ARROPADO. Rodríguez-Zapatero, seguido por Alonso. / REUTERS
ESPAÑA

Zapatero apela al sufrimiento causado por ETA para reclamar al PP un acuerdo antiterrorista

El presidente del Gobierno en funciones se compromete a «acorralar» a la banda hasta su desaparición

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

José Luis Rodríguez Zapatero quiere que, desde el primer día, el PP esté a su lado en la política antiterrorista. El presidente del Gobierno en funciones, que ya en campaña prometió enmendar los errores de su anterior mandato, se reunió hoy con el grupo parlamentario socialista para marcar las pautas de esta nueva legislatura. Sus prioridades: alcanzar acuerdos en «temas vitales» para España y «acorralar y arrinconar» a ETA hasta lograr el «final absoluto» del terrorismo. Una tarea en la que, dio por hecho, contará con el actual titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El veterano ministro no ha deshojado aún la margarita. A priori, muestra reparos a asumir una responsabilidad que exige dedicación exclusiva las veinticuatro horas del día. «Es un tema complejo, de un cargo difícil, en una situación personal difícil», alegó en una entrevista en Onda Cero. Rodríguez Zapatero se mostró seguro, sin embargo, de que no le costará mucho convencerlo para que se quede. En una breve conversación informal con periodistas en el Congreso de los Diputados, aseguró que «no será lo más difícil» que tenga que hacer en los próximos días.

Su idea, según expuso ante los diputados y senadores de su partido, es cerrar con «rapidez» la composición del próximo Gobierno para acabar cuanto antes con la etapa de interinidad abierta tras los comicios del pasado día 9. Los socialistas tienen cierta urgencia para enfrentarse a los que consideran problemas más perentorios, especialmente los relacionados con la coyuntura económica. Pero el jefe del Ejecutivo en funciones pidió también a los suyos un trabajo a largo plazo.

En el paquete entra el objetivo de alcanzar un acuerdo amplio sobre lucha antiterrorista. Rodríguez Zapatero sostiene que es demasiado pronto para firmar pactos por escrito, pero desea que al menos se asienten las bases para la unidad de todas las fuerzas democráticas. De ahí que Pérez Rubalcaba hiciera público esta misma semana un augurio que en su ministerio hace meses que se daba por cierto, el de que se avecina un ciclo largo de violencia. Un augurio casi palpable tras la muerte del ex concejal socialista Isaías Carrasco. «2Espero que el sufrimiento -adujo Zapatero- sea el elemento esencial que permita el entendimiento sincero».

El presidente en funciones se esforzó ya en campaña en difundir la idea de que hay un antes y un después en su forma de ver a ETA tras el fallido 'proceso de paz'. Pérez Rubalcaba hizo hincapié en esa misma idea y, pese a subrayar que «el Estado» ha creído siempre en las posibilidades de una solución dialogada del terrorismo en ausencia de violencia, remarcó ayer que «ya no vale» con una tregua. «Ya no es creíble -dijo- porque hubo una tregua y hubo violencia».

Autonomía

El ministro del Interior en funciones también dio su opinión sobre los posibles pactos de gobernabilidad y se mostró partidario de que la estabilidad luzca «desde el primer día». Como portavoz parlamentario del PSOE en la primera etapa de la anterior legislatura, Pérez Rubalcaba sufrió el desgaste que supone el forjar acuerdos individuales casi a diario para cada iniciativa que se intenta sacar adelante. Sin embargo, en la reunión con su grupo, Zapatero dio pocos visos de estar dispuesto a comprometerse con socios concretos para toda la legislatura e insistió en que los ciudadanos han querido que su partido tenga «autonomía» para desarrollar su proyecto.

Los socialistas ni siquiera han comenzado aún las negociaciones para la investidura. El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, se ha reunido ya con todos los grupos minoritarios y este jueves lo hará con el PP para intentar llegar a un acuerdo sobre el reparto de cargos institucionales en el Congreso y el Senado. Pero es previsible, y así lo ha hecho saber el propio número dos del partido, que sean José Antonio Alonso y Ramón Jáuregui -elegidos ayer portavoz y secretario general del grupo parlamentario socialista por aclamación- quienes se ocupen de esas conversaciones.