George W. Bush.
MUNDO

Bush califica la guerra de justa y dice que los muertos «son un mal necesario»

Justifica la continuidad de las tropas porque Al-Qaeda iba a unir a los árabes para «echar a los estadounidenses y sembrar el caos»

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Con cerca de cuatro mil cadáveres de soldados norteamericanos acumulados a lo largo de cinco años de conflicto y más de 500.000 millones de dólares (casi 350.000 millones de euros) invertidos en una guerra sin sentido, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, sopló ayer las velas del quinto aniversario de la invasión de Irak con un tono de orgullo en el que no se atisbó ni una sola señal de arrepentimiento.

Con perlas del tipo «las muerte de Irak son un mal necesario», el inquilino de la Casa Blanca se presentó en el Pentágono para deleitar a los presentes con sus significativas impresiones de esta aventura bélica que se ha convertido en una misión que parece interminable.

En medio de una marea de críticas y a tan sólo once meses de abandonar su cargo, Bush intentó recuperar el ánimo que le llevó a invadir el país árabe al margen de lo que la comunidad internacional pudiera pensar, afirmando que «los éxitos que estamos viendo en Irak son innegables».

En su peculiar visión del conflicto y mientras cientos de personas protestaban a las afueras del Departamento de Defensa el presidente aseguró que «los críticos de la guerra ya no pueden argumentar de manera creíble que estamos perdiendo en Irak, por eso ahora dicen que cuesta demasiado».

Sin embargo, el presidente estadounidense sigue haciendo oídos sordos a los dos tercios de la población del gigate mundial que creen que la guerra no ha valido la pena, según publicaba ayer un sondeo del Washington Post-ABC News. Eso sí, el mandatario hizo bien en apuntar que «nadie puede discutir que esta guerra ha tenido un alto coste en vidas y en dinero, pero esos costes eran necesarios cuando consideramos el que tendría la victoria de nuestros enemigos en Irak».

Prueba de debilidad

Por supuesto, el todavía jefe de Estado norteamericano no da el visto bueno a los planes que los candidatos demócratas a la Casa Blanca tienen en mente en lo que se refiere al país mesopotámico. Bush cree que la intención de Barack Obama o Hillary Clinton de retirar las tropas de la zona sería considerado «como una prueba de debilidad y un fracaso de Estados Unidos en Irak».