LOS PELIGROS

Las elecciones en clave municipal

Las pasadas elecciones permiten una cierta evaluación popular del primer año de gobierno municipal, las tendencias de simpatía o adhesión a proyectos y actitudes. Naturalmente, sin ánimo de deslegitimar a nadie, pues son elecciones distintas y el mandato municipal es muy concreto. Relacionemos los votos de cada partido en las últimas seis elecciones en la Bahía. Con tres matizaciones importantes: la excepción personalista de las municipales, la concentración de voto de las generales y el mayor detalle de pluralidad ideológica de las autonómicas.

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La foto es muy clara en el Puerto: una consolidación del actual reparto, con mayor crecimiento popular y un voto muy fiel en las dos elecciones. A la habitual recolección, para todas las generales, de votos de Independientes Portuenses, han sumado la casi totalidad de votos que han dejado de ser andalucistas. Lo que crecen los socialistas, 1500 votos, es casi igual que los electores que votan IU en las autonómicas pero no en las generales. El préstamo está claro.

En Jerez esta consolidación hace más fuertes, por este orden, a socialistas y populares. Los 5.300 votos perdidos por los andalucistas, de unas a otras generales, explican la subida de unos 4.600 votos del PP, a los que se habrían ido casi todos. El resto, junto a los mil perdidos por IU y otros mil, probablemente de nuevos votantes, fueron al PSOE. Con un detalle de fondo, a la vista del voto romántico de las autonómicas, mientras los izquierdistas mantienen ahí su electorado de 2004, los andalucistas han perdido al 77 % de sus votantes. En una elección tan ideológica, anuncia una deserción en masa.

En Puerto Real sorprende la estanqueidad de todos los grupos. Casi nadie se mueve. Sólo 169 votos ha prestado IU a los socialistas en las generales. Los 491 que aumenta el PP provienen de los 820 que pierden andalucistas. En clave municipal, pocas novedades: paz ahora hasta ver cómo se resuelve dentro de tres años el empate en la izquierda.

En Chiclana, el cuatripartito beneficia claramente al PP. Suben 5.474 votos. Es decir, además de obtener todos los que pierden sus socios, añaden otros cuatro mil votos, que es el mismo aumento de votantes entre las dos últimas elecciones. Si los socios relacionan sus bajadas con la perdida de identidad ideológica por sus votantes, todos difuminados bajo el paraguas común popular, es probable una crisis de gobierno. Otro dato: más de la cuarta parte de los votantes de IU en las autonómicas apoyaron al PSOE en las generales. No parece mostrar ese supuesto rechazo de sus electores a los socialistas de Chiclana, como nos quisieron presentar sus concejales electos, inexplicablemente todavía sin expulsar de la coalición.

En San Fernando, el derrumbe andalucista, perdiendo más de tres mil votos, alimenta a los dos partidos mayoritarios. Considerando que IU ha obtenido unos 800 votos más en las autonómicas que en las generales, que han debido ir al PSOE, ese trasvase andalucista parece mayor al PP, que sube unos 2.700. Incluso en el voto emocional de las autonómicas, la pérdida es mayor, más de 5000. Con los socialistas creciendo como primera fuerza y con un socio de gobierno que le resta votos, sería suicida que los andalucistas no plantearan algún cambio político que lo saque del testimonial 3 % del voto local.

En Cádiz, se ha resaltado que la alcaldesa Martínez ha perdido en la ciudad 1.246 votos, cuando ya había perdido 6.753 en las pasadas municipales respecto de las anteriores. En realidad, el PP se mantiene estable, desde 2004, en una horquilla de dos mil votos alrededor de los 33.000, con independencia de la participación. El PSOE le ha ganado en las dos últimas generales y ha perdido en las dos autonómicas, donde su voto se divide. Y depende de la abstención. Debería valorar por qué se le queda en casa la mitad de sus votantes desde 1995, cuando algunos dirigentes locales prefirieron la izquierda divina a la cercanía. El PP ha entendido los resultados y ha parado la anunciada desbandada de concejales. Saben que podrían perderla. También los socialistas deberían pensar, más que en candidaturas prefabricadas, en que esta ciudad vota liderazgo. Como todas.