Una pareja de cubanos sigue las noticias en la televisión en su deteriorada vivienda. / REUTERS
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Raúl Castro alivia las restricciones

El nuevo líder cubano levanta la prohibición para comercializar aparatos electrónicos y pequeños electrodomésticos en el mercado libre Supone la primera medida liberalizadora tras el relevo del Comandante

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Algo comienza a cambiar en Cuba. El Gobierno ha levantado la prohibición para vender libremente ordenadores, microondas, DVDs, vídeos y otros aparatos electrónicos y electrodomésticos. Sin embargo, la red de comercios todavía no los ha puesto a la venta porque falta recodificarlos y adecuarlos al nuevo precio. Con todo es una avance, ya que es la primera medida liberalizadora del presidente Raúl Castro. Y que a buen seguro mejorará las complicaciones cotidianas de la población isleña en esta nueva época.

Para otras decisiones más complejas se necesitará tiempo, como el mismo mandatario adelantó. Algunos analistas comentaron al respecto que «como en este país todo es política, es posible que no se hagan realidad hasta el 1 de mayo o el 26 de julio, fechas emblemáticas en la isla».

«La regulación 'bajó' hace una semana», señala el responsable de la venta de artículos hasta ahora restringidos a las empresas y cuerpo diplomático, quien prefiere ocultar su nombre. «Nos dijeron que suspendamos la venta a mayoristas y que esperemos a que los productos sean recodificados, suponemos que para subir los precios», añadió. Una señora joven que escucha la conversación asegura que ella es mayorista y que les «comunicaron que han agrupado las ventas para empresas en dos o tres puntos nada más».

La explicación viene al caso porque aporta detalles sobre el complicado sistema de ventas en el país caribeño. Hasta ahora, los equipos electrónicos y pequeños electrodomésticos sólo se podían contemplar en los escaparates, lo que hacía babear a más de uno que se quedaba con las ganas de comprarlos. Oficialmente se decía que era porque la red eléctrica no tenía capacidad suficiente.

Pero a grandes males, grandes remedios: los revendedores del mercado negro ofrecían lo mismo y más barato, aunque sin garantía. Ayer, uno de ellos nos comentaba: «No lo sabía (la liberación), pero si es así ya inventaremos. Venderemos las hojas de los árboles, ya sabe como somos los cubanos». Al comentarle a Claudia Ramírez, joven estudiante de arte de 19 años, la medida del Gobierno dijo: «Me parece muy bien, ya era hora. Pero hace falta que el precio sea asequible. Si no no tiene sentido».

Hace tiempo, algunos comercios vendían los ordenadores por piezas y había que montar el aparato en casa como si fuera un multimueble. No obstante, la dicha duró poco y los establecimientos especializados únicamente pudieron ofrecer algunos periféricos, MP3 y memorias flash, cuyos precios duplicaban o triplicaban los pagados en otros países.

De momento, los trabajadores del sector están a la expectativa. «El runrún ya está en la calle. Me lo dijo un cliente. Yo se lo negaba, pero insistió para que llamara a la empresa y entonces me lo confirmaron», asegura una vendedora -que dijo llamarse Giselle- de un establecimiento estatal de venta en divisas del barrio de Miramar. «Nos informaron que los almacenes generales ya están llenos de DVD y microondas sobre todo -que son los dos productos que más quiere tener la gente-, pero de todas formas, yo creo que no se podrán vender antes de dos o tres meses», añade. La mujer comenta que le parecía un contrasentido que la venta de microondas esté prohibida mientras en algunos lugares el Gobierno los entregaba a cambio de hornillos de alto consumo de energía.

Realidad oculta

El año pasado entró en vigor una ley que permitía 'importar' DVDs, vídeos, y piezas de automóviles, entre otros artículos. El inconveniente era que se beneficiaban sólo los cubanos que viajaban al extranjero o que tenían familiares que lo hicieran o se los enviaran. Por eso esta nueva disposición no hace más que adecuarse a una realidad: aunque hayan estado prohibidos, la mayoría de los cubanos -los habaneros, al menos-, cuentan con DVD, VCD y otros sistemas modernos de reproducción de imágenes. Y las tiendas de alquiler de películas comenzaron a cambiar hace un par de años el formato tradicional de VHS por el de DVD.

Según esta 'regulación', los aires acondicionados -una necesidad en este país tropical donde la humedad es insoportable la mayor parte del año-, los calentadores de agua y las duchas alimentadas por energía eléctrica quedarán fuera del mercado general hasta 2009. Y para comprar otros artículos que consuman más, como hornos, cocinas y tostadores, habrá que esperar a 2010. Por eso, las familias deberán seguir calentando agua en una olla, llenar un cubo y bañarse con el 'jarrito' -toda una experiencia- hasta nuevo aviso.