Las mejoras en las carreteras provinciales no se reflejan en el transporte por autobús

La Junta de Andalucía no es ajena al problema y lo refleja en su Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte (PISTA), que debe extenderse de 2007 a 2013 y que, junto a su informe de impacto ambiental, actualmente se encuentra en fase de consulta pública. El diagnóstico de la Junta señala que el autobús es el único modo público de transporte «de carácter general en los ámbitos interiores, tanto metropolitanos como interurbanos» y absorbe casi el 87% de la movilidad regional en transporte público.

Pese a este dato, el autobús «ofrece un insuficiente nivel de servicio al estar sometido a la congestión del tráfico, hecho que se hace más patente en los ámbitos urbano y metropolitano», según reza el proyecto del PITA. El resultado es que el autobús es el modo de transporte de los viajeros «cautivos» del mismo, es decir, aquellos que no disponen de coche para realizar el trayecto correspondiente.

El análisis de la Junta apunta a varios factores que han desembocado en esta situación, entre los que destaca un modelo territorial «basado en el vehículo privado», en el que se han canalizado las inversiones hacia las infraestructuras de carreteras, pero sin ofrecer plataformas dedicadas en exclusiva al transporte público. Algo que el nuevo plan pretende remediar con la introducción de nuevos modos de transporte como el tranvía y el servicio marítimo y potenciando el ferrocarril.

Insostenible

Las bases que sostienen el PISTA hacen referencia a la búsqueda de nuevas modalidades de transporte y a la mejora de las ya existentes que las hagan más sostenibles para el medio ambiente. Esto pasa indisolublemente por un cambio en la cultura actual que permita prescindir del coche y haga más accesible, más barato y más cómodo el transporte público. Una batalla que el autobús tiene complicada, según explica un experto conocedor del trabajo de la Consejería de Obras Públicas y Transportes consultado por LA VOZ. «El sistema de concesiones en las líneas estipula unos servicios mínimos que hacen complicado el equilibrio económico de las empresas», reconoce. «Harían falta unos contratos programa más flexibles que los actuales», en los que la Junta obliga a las concesionarias a comprometerse por periodos muy largos -de más de 10 años- con la obligatoriedad de sustentar otras líneas que pierden pasajeros cada año y sin poder tocar los precios.

Al mismo tiempo, existen carreteras, como la Jerez-Los Barrios, que se encuentran «infrautilizadas», debido a las exigencias de los itinerarios que marca la concesión. «Durante los días de huelga de Comes, ha habido usuarios cautivos que han tenido que utilizar líneas de Algeciras a Jerez y luego buscar otros medios para llegar a Cádiz», pone como ejemplo este experto. Esto lleva a que el ahorro de tiempo que conlleva las mejora de carreteras, la principal ventaja que perciben los usuarios, sólo sea perceptible en las pocas líneas que cuentan con trayectos directos.

El director de una de las principales concesionarias, Transportes Comes, Julio Álvarez, reincide en todo lo señalado. «Creo hablar en nombre del sector cuando digo que hacen falta ayudas urgentísimas, porque la mayoría de las líneas son deficitarias y pierden usuarios cada año. El transporte público cuesta dinero y la Junta no puede permitir que las empresas que sostienen un servicio público se vean abocadas a cerrar», resume.

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