MASACRE. Sanitarios recogen restos ensangrentados en el ataque contra la escuela talmúdica. / AP
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Hezbola ataca el corazón de Israel

Al menos ocho estudiantes judíos son asesinados en un seminario religioso de Jerusalén por terroristas de la guerrilla libanesa El Gobierno esperaba un atentado tras la operación militar en la Franja

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La pesadilla de los ataques terroristas sacudió ayer Jerusalén con un violento ataque registrado en un seminario talmúdico situado en el barrio de Kiryat Moshe, entre el Parlamento y la Estación Central de Autobuses, muy cerca del acceso a la ciudad por la carretera de Tel Aviv, que al cierre de esta edición se saldaba ya con ocho muertos y nueve heridos, tres de ellos de gravedad.

Helicópteros de vigilancia y una cincuentena de ambulancias trataban de llevar a cabo las labores de evacuación en medio del pánico desatado en esta yeshivá de Mercaz Harav. Además, la Policía, intentaba contener a los familiares de los niños que acudieron a una sesión de estudio en las escuela por el inicio del Adar, la festividad más importante del calendario judío. Todos querían comprobar que sus allegados se encon- traban a salvo.

A primera hora de la noche, un número no confirmado de entre uno y dos terroristas irrumpía en el vestíbulo, para dirigirse a la biblioteca abriendo fuego indiscriminadamente con Kalashnikov contra los aproximadamente ochenta estudiantes que encontraron a su paso. «Dispararon entre quinientas y seiscientas balas», afirmaba a una televisión hebrea el joven Michael, uno de los alumnos presentes en el momento en el que se produjo el atentado.

Estado de alerta

Israel se encontraba en estado de alerta en previsión de incidentes de este tipo, anunciados mediante sucesivas amenazas de Hamas y Yihad Islámica antes y después de la matanza de Yabalyia de este fin de semana, que dejó 125 muertos en la franja de Gaza. No obstante, Hezbola se adelantaba ayer al comunicar a través de su canal Al-Manar que las hasta ahora desconocidas Brigadas de Mughniyah -el 'número dos' del libanés Partido de Dios, asesinado en Damasco el 13 de febrero- están tras lo sucedido en Jerusalén.

Según fuentes de Seguridad y del servicio de emergencias, Magen David Adom, al menos uno de los pistoleros que irrumpió en la yeshivá fue abatido poco después. Yitzhak Danon, estudiante, declaró al Canal 2 judío que él mismo tiroteó al desconocido desde el tejado de un edificio próximo. «Salió de la biblioteca disparando vino a la entrada y entonces le dí dos veces en la cabeza», declaró. El portavoz de la Policía, Shmuel Ben Ruby, confirmó que la víctima llevaba adosado a su cuerpo un cinturón, que en un primer momento fue identificado como uno de los que utilizan los suicidas para inmolarse, aunque no se descarta que sirviera únicamente para llevar munición extra.

Las patrullas desplegaron una redada a gran escala, que incluyó el interior de la yeshivá y búsquedas casa por casa, para tratar de localizar posibles cómplices de la matanza, que podrían haberse dado a la fuga.

Los medios israelíes daban cuenta ayer de celebraciones populares en las calles de Gaza, donde la gente salió a la calle para disparar sus rifles al aire. Según trasladaba la edición electrónica del rotativo 'Haaretz', Hamas saludó la carnicería con un comunicado: «Bendecimos la operación en Jerusalén, no será la última». La Autoridad Nacional Palestina, por contra, condenó lo sucedido.

Triste recuerdo

Aunque a lo largo de 2007 no se registró en la Ciudad Santa ningún atentado de estas características, durante todo el año las autoridades policiales y militares reclamaron haber abortado varios de ellos. El de ayer devolvía a su población al estremecimiento de los frecuentes ataques que convulsionaron Jerusalén entre 2001 y 2004, la época de los autobuses reventados por kamikazes, y recordaba por su similitud al registrado en una yeshivá de Kfar Etzion, en el este de la ciudad, el pasado 25 de enero.

Israel se encontraba entonces en estado de alerta máxima debido a la apertura, sólo dos fechas antes, del paso fronterizo de Rafah, que une Gaza con Egipto, y que suscitó en el Estado judío el temor a fugas masivas de militantes palestinos con presuntas intenciones de alcanzar Israel para consumar ataques.

Era jueves por la noche, y dos pistoleros fueron abatidos a disparos después de herir con un cuchillo a tres estudiantes de la escuela. Hamas reivindicaría poco después la autoría de esta intentona, que fue simultánea a un segundo atentado en Suafat, norte de Jerusalén, en el que un grupo de palestinos mató a dos policías.