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La crisis del ladrillo, desde dentro

Ladrillos Juanjo SL cree que este parón es el peor de la historia y denuncia que los impagos se han disparado

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L adrillo. Una de las palabras más utilizadas por la prensa para no repetirse a la hora de informar sobre la construcción y su evolución durante estos últimos años de bonanza era ésa, ladrillo. La crisis de la vivienda es, por lo tanto, la crisis del ladrillo. Y qué mejor que una empresa que construye ladrillos para hablar de un frenazo económico que ha vuelto a confirmarse para la provincia de Cádiz con la publicación de las cifras del paro.

Ladrillos Juanjo SL, con sede en Arcos de la Frontera, es una de las compañías gaditanas más tradicionales en el sector. Se fundó en 1973 y ha vivido de todo.

El gerente, José Luis Armario, asegura que «ésta es la peor crisis de todas, es más abrupta y repentina, y por eso es más peligrosa». Los datos oficiales avalan esta sensación de momento: con fecha del pasado 29 de febrero, las oficinas gaditanas del Servicio Andaluz de Empleo contabilizaron 18.513 personas que demandaban un trabajo en el sector de la construcción. Es la cifra más elevada desde enero de 1996, cuando el número de parados del andamio se situó en 18.915.

Si bien en estos 12 años el número de empleos en esta actividad se ha triplicado (en 1996 apenas había 25.000 personas ocupadas en la construcción y a finales de 2007, rondaba los 70.000), no es menos llamativa la escalada del desempleo en pocos meses. En un no muy lejano cierre de noviembre de 2007, el número de desempleados del sector constructor era de 15.058, más o menos en la media habitual del ramo desde comienzos de la década. Apenas tres meses más tarde, la cifra se ha disparado hasta esos 18.513, el peor registro de los últimos 12 años.

Situación grave

José Luis Armario no se inmuta. Habla de la crisis en la construcción con la perspectiva de quien lleva más de tres décadas en el sector. Una perspectiva cargada de paciencia y sostenida por la experiencia de frenazos anteriores. «Hemos vivido con Adolfo Suárez, con Felipe González, con Aznar, con Zapatero y con el que venga, y esta vez hay cierta sensación de que es peor, de que ha cogido más de sorpresa a la gente porque ha habido muchos que han crecido muy rápido en el sector y ahora sufren las primeras consecuencias en cuanto se ha torcido la dirección», señala Armario, hijo de los fundadores de Ladrillos Juanjo y responsable de su futuro más inmediato.

Pese a esta aparente calma, a la empresa arcense le está salpicando de lleno la desaceleración. En sólo enero y febrero se ha multiplicado por siete el número de facturas impagadas. «Los problemas comenzaron en verano y han engordado poco a poco, pero ahora es cuando se está notando; hay cierta psicosis de que nadie podrá pagar sus cuentas», apunta Armario.

No sólo hay problemas con las pequeñas empresas, añade el gerente de esta sociedad con más de 60 empleados en plantilla y que sirve a toda la provincia y a algunas zonas limítrofes. «También hay impagos entre las medianas o las grandes... si no, mira lo que ha pasado con Jale», puntualiza José Luis Armario.

¿Y va a durar mucho esta crisis? Un poco más. El gerente de la empresa de Arcos no lo ve muy claro a corto plazo y augura que «lo peor está por venir; mucho me temo que el momento más delicado lo viviremos en verano y dependiendo de lo que ocurra entonces ya se verá si la crisis continúa o se queda en este año».

amedina@lavozdigital.es