APRENDER. Los mayores, mujeres en su mayoría, se mostraron entusiasmados con las nuevas tecnologías.
CÁDIZ

Navegar con 93 años

Un grupo de voluntarios de la Cruz Roja realiza un taller, puesto en marcha por la Junta, para enseñar las nuevas tecnologías a los mayores

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Y eso qué es lo es?», suelta Amalia, de 76 años. Mientras, Isabel Ojeda, que acaba de cumplir 93 años, estruja con fuerza un pequeño teléfono móvil entre las manos. Y aprieta la lengua tratando de descubrir dónde se ha escondido la tecla que abre la agenda de teléfonos. El centro de voluntariado digital de Cádiz se convierte en pocos minutos en un hervidero de mayores, mujeres en su práctica totalidad, ansiosas de descifrar los secretos de los mensajes sms.

Destripar qué se esconde detrás de eso llamado número pin, o cómo es posible hablar a través de la minúscula pantalla de una webcam con alguien que está a miles de kilómetros de distancia son parte de las funciones de los voluntarios digitales. Cinco de estos trabajadores, vestidos de azul de los pies a la cabeza, se afanan por mostrar a quienes se acercan hasta la sede del centro de Coordinación de Actividades de Voluntariado-en la calle de la Rosa, 40; del barrio de La Viña- qué son y para qué sirven las nuevas tecnologías. Es parte del programa Andalucía compromiso digital, de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa y que está poniendo en práctica con la ayuda de Cruz Roja. Ayer, la delegada de Innovación, Angelines Ortiz, y la presidenta de la asamblea provincial de Cruz Roja, Concepción García, visitaron las instalaciones.

Dentro de esta sede viñera, una gigantesca pantalla plana de televisión, que domina la habitación, escupe imágenes a una velocidad de vértigo. «¿Que nosotras no sabemos leer tan rápido!», exclama Carmen, de 61 años. Y una carcajada se apodera de las 20 mujeres que la escuchan.

Isabel -la cibermarinera más veterana de la sala- se sumerge en su teléfono. Y Rosario, de 75 años, «que no oye nada» -como se apresura en aclarar Carmen- se libra de las explicaciones de los voluntarios. «El código pin es ese numerito que hay que marcar para encender el móvil», subraya Jose Antonio, de 23 años, un voluntario digital.

En Andalucía hay casi tres millones (2.829.666) de internautas, según el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio. Pero si la lupa se centra en el interior de los hogares, casi seis de cada diez viviendas gaditanas no cuentan con acceso a la Red. Y la ventana al mundo de la información que se abre a golpe de ratón se estrecha en las mujeres: sólo entre las universitarias hay hasta 20 puntos de diferencia si se trata comparar cifras. Para la delegada de Innovación, la tecnología digital es especialmente importante para «conseguir que la población más vulnerable pueda ser independiente», y no quede detrás en esta carrera digital que vivimos.

El programa de voluntarios digitales se articula, en toda Andalucía, con la ayuda de 30 voluntarios de Cruz Roja, que se trasladan con los aparatos electrónicos -ordenadores, descodificadores para la televisión digital terrestre, reproductores de música mp3 o cámaras de fotografía digital- para explicar los entresijos de la maquinaria. Nunca es tarde si la cobertura es buena.