Francisco Puig lamenta una nueva mala imagen del Cádiz en Carranza

Puede que la ausencia de Antonio Muñoz en el palco motivara que por primera vez los pitos fueran dirigidos directamente a los futbolistas al término del encuentro. Motivos familiares motivaron que Antonio Muñoz no se encontrara ayer en Cádiz al estar encargándose de unos asuntos en la provincia de Córdoba. Su lugar en el palco correspondió entonces para el vicepresidente, Francisco Puig, quien no dudó en pedir a sus jugadores que, al menos, no se salgan de la pugna por el ascenso tan pronto. «No es día para hablar de objetivos pero estamos obligados a decir que mientras haya posibilidades por conseguir la plaza en la que todos pensamos (la tercera) el equipo tiene que seguir luchando», manifestó el dirigente cadista.

Consideró que el Cádiz «estuvo revolucionado» y recordó que falló en lo que «llevamos fallando toda la temporada, es decir, nos sigue faltando gol».

Entendió los reproches de la afición al equipo y manifestó que «es lógico que esté enfadada porque eso es señal de que al equipo se le exige más».

Lamentó que el Cádiz no supiera beneficiarse de la expulsión de un jugador del Castellón al inicio del segundo tiempo y opinó que «no supimos hacerlo en ningún momento».

Ni ocasiones

Pepe Mata tampoco estaba para bromas. El consejero cadista no podía ocultar en su rostro la nueva decepción que el equipo le acaba de dar y apenas era capaz de pronunciar alguna palabra alentadora. «No habrá ningún cadista que no esté decepcionado», se lamentaba el directivo.

Reconocía que pese a que el equipo «no estaba jugando bien pensábamos que con un jugador más podíamos remontar el partido pero al final, y lo peor de todo, es que no hemos podido crear ni ocasiones de gol. Y claro, así es difícil remontar un partido».

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