Bezares busca pareja

El fútbol da más vueltas que una noria. Esta semana, el único pivote que tiene el puesto asegurado es aquel que se quedaba en la grada sin convocar hace apenas tres semanas. Juanjo Bezares será titular ante el Castellón, pues la grave lesión de Rivas y la contractura de Fleurquin le dejan como el único medio centro defensivo sano de la plantilla.

Ahora sólo queda buscarle una pareja con la que se sienta cómodo. En esta temporada, el linense ha bajado su rendimiento en las pocas ocasiones en las que ha coincidido con Diego Rivas. Con Fleurquin también existen problemas, pues se anulan en el apartado defensivo y la creación queda totalmente desierta.

No obstante, firmó muy buenos minutos en Córdoba cuando Calderón decidió ligar su suerte con la de Líbero Parri. El equipo amarillo se desató en ataque y logró voltear un marcador que se puso muy cuesta arriba. «Nos encontramos muy cómodos», comenta de forma rotunda el gaditano.

Se está gestando una nueva pareja de baile en la medular, y el entrenador quiere darle continuidad en el duelo del domingo. Fleurquin sigue entre algodones y, salvo milagro (o que todo sea una táctica de despiste), no estará disponible ante el Castellón. Y Miguel ha pasado de nuevo al ostracismo.

El jugador de Guadiaro reconoce que se siente más cómodo compartiendo zona ancha con un futbolista de corte más creativo. Pero todo con reservas. «Con todos los pivotes de esta plantilla me encuentro bien y ha quedado demostrado. Pero con un jugador más ofensivo nos repartimos las labores. De todas formas, he hecho muy buenos partidos junto a Fleurquin, y todo depende de los resultados. Sólo se habla del centro del campo cuando las cosas van mal».

Raza y carácter

Bezares disfruta de uno de sus mejores momentos de la temporada después de un año complicado. «Estoy muy ilusionado después del partido de Córdoba. Me encontré bien, y el equipo reaccionó cuando peor pintaban las cosas. Por fin se pudo ver la raza y el carácter de este Cádiz».

La suplencia le ha venido muy bien. «Cuando un futbolista no entra en los planes del entrenador, como me pasó a mí en un mes, uno no puede bajar los brazos o buscar excusas como que te tienen manía. Te estás clavando tu propio puñal. Hay que entrenar más fuerte para que no sientas la falta de ritmo cuando te toque jugar», declara el cadista.

En los últimos minutos en el Arcángel se notó su fortaleza física, aunque no esconde sus errores. «Me encuentro físicamente bien y por eso quiero un poco más. Pero tengo que medir mejor en los metros finales, donde no estoy acostumbrado. Me falta coger más confianza».

Bezares tiene los ojos puestos en el choque del domingo ante el Castellón. «Va a ser un punto de inflexión. Es un partido vital, porque nos enfrentamos a un equipo en buena línea y que ha incrementado su juego con el paso de las jornadas. Lo pondrá difícil», finaliza el linense.

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