«De los terrenos de juego desterraría la violencia»

-¿Cómo empezó su andadura como delegado del San Benito?

-Empecé hace varios años, pero no como delegado de campo. Llevo siete años siguiendo al club y cuatro en la directiva, así que cuando me involucré un poco más en la entidad, pues decidieron que ocupara la función de delegado.

-Y se enganchó...

-Sí. Hay que tener en cuenta que vivo muy cerca del campo del San Benito y acudía cada fin de semana a ver a los diferentes equipos. Supongo que así fueron mis comienzos en este club.

-¿Qué eliminaría de los terrenos de juego?

-Quitaría sin pensarlo la violencia en los terrenos de juego. Es algo que nunca debe estar presente porque a estas edades los chicos sólo quieren divertirse y aprender. No hay lugar para la confrontación. Me da mucha pena estar en el campo o visitar otros y que se den estos episodios.

-¿Vive mucho su puesto?

-La verdad es que uno siempre debe de hacer lo que le gusta. Disfruto viendo los partidos y la ilusión que ponen los chicos de los diferentes equipos en cada fin de semana. Otras veces hay que enfadarse y hacerles comprender que hay que asistir a los entrenamientos. El equipo necesita a todos y cada uno de los jugadores.

-¿De qué salud goza el fútbol base de la ciudad?

-No muy buena. Creo que hay muy buenos mimbres, pero hay que cuidarlos para formarlos de la mejor forma posible. Los clubes han tenido que aprender a autogestionarse, aunque todo se vuelve muy complicado con las subvenciones que recibimos y el estado de algunas infraestructuras.

-Su mayor satisfacción...

-No sabría centrarme en una. Sí que tengo muy claro que ver a los chavales y su evolución te llenan de orgullo. Un ejemplo lo tenemos en Cristian, que acabó firmando por el Barça. No sé, hay pequeñas alegrías que tapan muchas desilusiones.

-Un deseo...

-Que se mire más hacia el deporte base. Hay mucha gente de calidad que se merece una oportunidad.