DEFENSA. Los murcianos emplearon bien sus bazas. / NURIA REINA
FÚTBOL SALA DIVISIÓN DE PLATA

Asedio sin frutos que acaba con una inmerecida derrota del Virgili

La falta de puntería sentenció a un conjunto gaditano netamente superior ElPozo de Murcia supo defenderse y mató el choque a la contra al final

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El Virgili cayó ayer en uno de los mejores partidos que ha realizado en esta temporada. Su rival, ElPozo de Murcia, llgó a Cádiz a hacer su encuentro con un planteamiento muy defensivo.

En los inicios se vio a un conjunto gaditano dominando el ataque aunque con poca profundidad. Los murcianos se conformaron con esperar en medio campo y salir a la contra, aunque fue en un ataque estático cuando Dasilva, demasiado escorado en banda, lanza un punterazo que se cuela por debajo de las piernas de Wilfred. A pesar de la desventaja, los locales seguían manteniendo su ritmo y creando alguna que otra ocasión pero sin lograr materializarlas. En una salida de presión de ElPozo, el juvenil Jesulito roba un balón y se planta delante de Chico batiéndolo por bajo y logrando así el empate. La salida de la joven promesa a la cancha fue revulsiva y con él los amarillos tuvieron los mejores minutos, pero el marcador no se movería hasta acabar la primera mitad.

Falta de acierto

La segunda parte comenzó con la misma tónica. Los gaditanos defendían con intensidad y conseguían llegar con más asiduidad a la portería rival. En los primeros diez minutos, Adri Gaona dispuso de dos buenas ocasiones que desbarata Chico. El cansancio hizo mella y los de la Tacita de Plata aflojan la presión del balón y hace que ElPozo se adueñe por unos minutos del partido, encerrando a su rival. Quedaban siete minutos y es Toni quien disfruta de las dos ocasiones más claras, aunque de nuevo Chico aborta el peligro. Parecía que el gol local estaba al llegar y, con el público entregado, uno de los pocos contraataques murcianos es despejado por Wilfred, pero el balón da en el palo y cae en los pies de Bebe que, a placer, logra el uno a dos. Seguidamente se intenta la igualada sin éxito y es a falta de dos minutos cuando Juan Carlos Gálvez introduce al portero-jugador, llegando ocasiones muy claras como la de Aicardo que lanza alto a cinco metros de la portería. Y para colmo de la tarde a falta de siete segundos tras mover el balón con mucha rapidez, Adri en la misma línea de gol lanza incomprensiblemente el balón al palo y el rechace, cuando todo el pabellón cantaba el gol del empate, lo saca un defensa visitante. Finalmente, el pitido final deparó una inmerecida derrota local.