Un mínimo gesto

ualquier gesto de respeto hacia los derechos humanos proveniente del régimen cubano es valorado de forma extraordinaria por la férrea resistencia del aparato dictatorial de La Habana a realizar concesiones que pudieran interpretarse como un síntoma de debilidad. En medio de todas las reservas, las autoridades de la isla han decidido dejar en libertad, a siete de los presos del llamado grupo de los 75, detenidos en 2003 y condenados a severísimas penas de prisión por delitos de conciencia. Una iniciativa que si bien no puede suavizar las reclamaciones democráticas hacia el Estado cubano, sí alienta expectativas sobre una futura atenuación de la represión política en tanto se avance en el relevo de Fidel Castro. La actitud cooperadora de España, que dará asilo a cuatro de los liberados, y su combinación con una diplomacia exigente pueden coadyuvar al encauzamiento de la transición.