ESPERANZA. Un hombre pasa con su bicicleta delante de un póster de Fidel Castro en una calle de La Habana. / AFP
MUNDO

Cuba excarcela a cuatro disidentes del mayor movimiento opositor al régimen

Los presos, pertenecientes al grupo de los 75, viajarán a España después de ser liberados por razones humanitarias

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El Gobierno cubano liberará unilateralmente por motivos de salud a siete presos, de los que cuatro pertenecen al grupo de los 75 y viajarán a España con sus familiares. Sin embargo, la noticia -calificada como empujón a las aspiraciones electorales de José Luís Rodríguez Zapatero- la dio en España el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. El político socialista anunció la liberación dos días después de que ambos gobiernos celebraran en Madrid la segunda reunión del mecanismo de diálogo sobre derechos humanos establecido en abril del año pasado durante la polémica visita del ministro a la isla.

Alejandro González Raga, Omar Pernet, José Gabriel Ramón Castillo y Pedro Pablo Álvarez fueron declarados prisioneros de conciencia por Amnistía Internacional. Su viaje a España fue confirmado por fuentes de la Embajada en La Habana pero no precisaron la fecha exacta. Al parecer, los otros tres serían presos comunes también enfermos.

Pernet, del Movimiento Nacional de Derechos Humanos Mario Manuel de la Peña, y Álvarez, presidente del Consejo Unitario de Trabajadores, fueron condenados a 25 años de prisión -la máxima pena aplicada a los detenidos en los arrestos masivos de marzo de 2003 fue de 28 años-. Ramón era director del Instituto Independiente Cultura y Democracia y cumplía 20 años mientras que González pertenecía al Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), uno de los más conocidos y numerosos fundado por Oswaldo Payá, quien fue ganador del Premio Sajarov.

Payá ha promovido la recogida de firmas presentadas en el Parlamento para cambiar las leyes «desde dentro», como fue el Proyecto Varela que reclamaba libertades de pensamiento y económicas.

Todos estos grupos viven en la semiclandestinidad, son ilegales pero tolerados por el Gobierno castrista. En cualquier caso, las autoridades insisten en denunciar que son mercenarios a sueldo de Estados Unidos y que conspiran financiados por los dólares del tío Sam para desestabilizar la isla.

Desde la «primavera negra», como la definieron los opositores, hasta el momento se ha producido un goteo de excarcelaciones fundamentadas en el crítico estado de salud de los beneficiados. El último de ellos fue Héctor Palacios, liberado en diciembre de 2006 y actualmente en España junto a su esposa Gisela Delgado, miembro fundadora de las Damas de Blanco.

Cuando estos cuatro sean puestos en libertad, todavía permanecerán en las cárceles cubanas 55 miembros de ese grupo, del total de 246 presos de conciencia citados por los disidentes. Diez más están en libertad con licencia extrapenal por motivos de salud, y cinco viven fuera de Cuba. Otro, Miguel Tamayo Valdés, falleció en enero en prisión.

De todas formas, la medida fue calificada de «muy positiva» por la oposición interna y que coincidía con observadores extranjeros en que mostraba el apoyo de Cuba a la política de Zapatero.

El disidente moderado Manuel Cuesta Morúa, de Arco Progresista, aseguró que el gesto demuestra que el camino del diálogo emprendido por el Gobierno español «está funcionando», aunque agregó que «el Ejecutivo cubano debe completar el gesto con la liberación de todos los prisioneros de conciencia». Morúa fue, junto a Eloy Gutiérrez Menoyo, el único opositor que se entrevistó con el delegado de Moratinos en abril del 2007.

Según Morúa, se percibe un cambio de actitud en la política del Gobierno provisional de Raúl Castro sobre el tema de los Derechos Humanos. Citó un rumor muy extendido de que en el próximo Parlamento habrá una comisión especial para tratar el tema, algo que sería lógico después del anuncio de Cuba de que firmará al respecto varios acuerdos de Naciones Unidas.