Economia

Trichet antepone el control de los precios a una bajada de los tipos de interés

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, explicó ayer viernes en Madrid que la prioridad del organismo que dirige es el control de los precios en la zona euro, antes que cualquier bajada de los tipos de interés. Trichet reclamó reformas estructurales y subrayó la necesidad de que los actuales niveles de inflación, que calificó de pasajeros, no se trasladen a los salarios. Solicitó también mejoras de la productividad y se mostró partidario de recortar los incentivos al desempleo. «La flexibilidad es la clave», dijo.

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No habrá bajadas de tipos en breve. Al menos, hasta que el Índice de Precios de Consumo (IPC), que la zona euro se sitúa en el 3,2%, no se relaje. «Haremos lo que sea necesario para controlar las expectativas de inflación», sentenció Trichet. El responsable del instituto emisor, que participaba en el Foro ABC, recordó que eso es lo que han pedido los Gobiernos de la eurozona y «lo que quieren los ciudadanos». Su objetivo, insistió, es diseñar políticas monetarias «que logren estabilidad de precios a medio plazo; hasta después del actual repunte, que desaparecerá».

Cambio vertiginoso

De este modo, el BCE se mantiene firme y lejos de la línea seguida en los últimos meses por la Reserva Federal de Estados Unidos, que sí ha abaratado el precio del dinero ante la crisis de liquidez que sufren los mercados. El presidente de la patronal (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, pidió 'en directo', aunque sin éxito, a Trichet una bajada de tipos. En definitiva, los créditos seguirán caros y se aleja una vez más la posibilidad de que el temido euribor retroceda algo de lo ganado en los últimos años. Para el presidente del BCE, recortar los tipos ahora sería como «tirarse al lago cuando llueve».

A juicio de Trichet, quien recordó que el BCE «trabaja» para quince países y 320 millones de europeos, la capacidad de que los mercados y las políticas (fiscales y laborales) puedan adaptarse «a un mundo que cambiar de forma vertiginosa» será la clave para que la Unión Europea recupere el terreno perdido frente a Estados Unidos en términos de empleo, crecimiento y productividad. El futuro, añadió, pasa indefectiblemente por una serie de ambiciosas reformas estructurales.

Trichet abogó por «eliminar rigideces» y favorecer contratos a tiempo parcial para incorporar a los más jóvenes al mercado laboral.