PARIENTES. Familiares de la joven asesinada, ayer en el tanatorio.
Ciudadanos

Crispación y muchos nervios de los familiares en el tanatorio

El dolor era visible entre los allegados de la chica que no podían reprimirlo ante la atención de los medios

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El ambiente en el tanatorio de Servisa era de crispación. A la veintena de familiares que esperaba en las escaleras, se le sumaron cerca de otras 30 personas que eligieron una sala de espera a la entrada del lugar.

Los nervios saltaron por los aires en el momento que una de las mujeres, con la melena pelirroja y rizada, distinguió el objetivo de una cámara de fotos de una reportera, que trataba de captar una imagen desde el otro lado de la acera. La mujer se encontraba a unos 15 metros de distancia. Los nervios eran tales que cualquier persona ajena a la asesinada era reprendida con mucha dureza a la entrada del tanatorio. Por suerte, la situación no llegó a mayores.

Estos nervios estaban motivados por el tremendo dolor que la familia estaba sufriendo tan sólo unas horas después de conocer la violenta muerte de Loli.

La joven era muy querida y conocida en Chiclana, donde su futuro suegro, por su labor de voluntario, tenía fama de buena persona.

Tras la realización de la autopsia, el cadáver de Loli fue llevado al Cementerio Mancomunado de Chiclana donde permanecerá hasta la mañana de hoy.

Los restos mortales serán enterrados en Conil, donde está previsto que se celebre el sepelio a partir de las once y media de la mañana.

Pese al ambiente de crispación, algunos representantes de la familia hicieron un esfuerzzo en mitad del dolor y atendieron posteriormente a los medios que se congregaron en Cádiz para cubrir la noticia.