Opinion

Déby y el marco regional, por Enrique Vázquez

Ayer, y un poco por sorpresa, había muchos indicios de que el gobierno chadiano retomaba la iniciativa, expulsaba de Yamena a los rebeldes que habían llegado a las tapias del palacio presidencial y no pocos observadores daban al presidente Idriss Déby como vencedor. Una primera explicación es técnica. Déby es un militar profesional formado en Francia y se dice que toleró el rápido progreso de la columna de pequeñas camionetas pick-up armadas someramente que cubrieron más de mil kilómetros en cuatro días y llegaron a la capital, donde les esperaban sus helicópteros y carros blindados.

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Déby sabía también que ahora solo contaría con la neutralidad francesa, un mínimo para la antigua potencia colonial que en el pasado hacía más por él: le daba toda la información táctica precisa, obtenida desde el aire, para detener el ataque mucho antes. El presidente Sarkozy heredó la situación y mantiene el criterio histórico de Francia y su brazo militar en la región, pero introdujo ese matiz de la neutralidad e hizo también una defensa de la legalidad en la que fue muy enfático el ministro de Exteriores, Bernard Kouchner. Asimismo, se dijo dispuesto a facilitar la salida de Déby si este lo quería así y alentó cualquier intento de negociación.

Todos estos matices no pueden ocultar la cruda realidad: Déby es la única alternativa a la eventual instalación en Chad de un régimen pro-sudanés. Del vecino Sudán, país de la Liga Árabe gobernado por el general Omar al-Bashir sospechoso de islamismo, viene la rebelión, que ha recibido allí su equipo y soporte diplomático. París no puede aceptar esto y tampoco pueden en Washington.

Al fondo está la cuestión clave de qué hacer con el papel de los zaghawa, la gran tribu meridional convertida al islam en la edad media y a la que pertenecen el propio Déby y sus antagonistas. La tribu es clave en el vecino Darfur, que escapa en parte al control del gobierno sudanés y a donde debe llegar ya mismo una esperada fuerza euro-africana cuya clave militar, logística y financiera es Francia.

Todo eso está en el aire porque los sudaneses han activado la rebelión en el momento que les convenía. Lo de Chad es más que un asunto interno y tiene peso regional.