'KILLER'. Trezeguet no cuenta con el apoyo de Doménech.
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El Raúl galo

Doménech piensa que Trezeguet no está entre los 36 mejores de Francia

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Raúl, sí. Raúl, no. ¿Debe estar en la selección? ¿Lo llamará Luis alguna vez? ¿Cuántos goles tiene que marcar para vestir la roja? Esa retahíla de preguntas se repiten desde hace casi dos años en cualquier conversación futbolística. El debate continuará hasta la marcha de Aragonés. Entonces se discutirá sobre que habría pasado si Raúl hubiera estado o no y si ahora volverá con el nuevo técnico. Pero estas conjeturas no sólo son exclusivas de la selección española. En Francia, también tiene a su Raúl y a su Luis. El seleccionador galo, Raymond Doménech, se ha enfadado con David Trezeguet y no le convoca para jugar con les bleus. Francia también está con las mismas cuestiones que en este lado de los Pirineos.

Este divorcio comenzó con el descenso del Juventus a segunda por el escándalo de amaño de partidos. Trezeguet se quedó en Turín y el entrenador mostró sus reservas de convocar a un jugador «de segunda». No obstante, el delantero de origen argentino volvió a vestir la zamarra gala, aunque sin buenos resultados.

Francia perdió los dos partidos contra Escocia (eliminatorias de la Eurocopa ) y en un amistoso contra la albiceleste. Estos resultados fueron determinantes para Doménech, un hombre extraño. Un ejemplo. Ludovic Giuly, esa ardilla rapidísima que jugó en el Barça tres años, se quedó fuera del Mundial de Alemania porque, según la creencia popular, su signo del zodiaco no concordaba con los astros adecuados para la cita germana. Pero hay más. Este hijo de exiliados españoles no ve los partidos de su equipo en francés porque está harto de los comentaristas deportivos. Los graba de cadenas alemanas o quita el volumen.

Decidió convocar a 36 jugadores para los partidos amistosos. Una selección A se mediría a un gran rival y la B serviría para foguear a las jóvenes promesas francesas. Doménech quería que su díscolo pupilo estuviera en este segundo equipo para foguearse y hacer callar a los aficionados, que le pedían la vuelta del franco-argentino. Pero, no. Doménech se negó a garantizarle estar en el A con el resto de veteranos y el ariete se rebeló. Dijo que no iba y el seleccionador le contestó que vale, que tenía una pléyade de delanteros de total garantías y que no le importaba. Así está Francia para enfrentarse a España. Con su Raúl y su Luis y con la polémica todavía en el horno.