Gioconda Belli, escritora nicaraguese. /ARCHIVO
50 años del galardón

La escritora nicaragüense Gioconda Belli gana el premio Biblioteca Breve

La editorial Seix Barral premia con 30.000 euros a la obra 'El infinito en la palma de la mano', una historia en la que poesía y misterio se mezclan para fabular sobre cómo fue la vida de Adán y Eva en el paraíso

BARCELONA Actualizado: Guardar
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La poetisa y escritora nicaragüense Gioconda Belli ha ganado hoy el premio Biblioteca Breve, que convoca Seix Barral, con la obra El infinito en la palma de la mano, una historia en la que poesía y misterio se mezclan para fabular sobre cómo fue la vida de Adán y Eva en el paraíso.

El jurado, integrado por José Manuel Caballero Bonald, Luis Mateo Díez, Pere Gimferrer, Rosa Montero y Elena Ramírez, ha acordado por unanimidad otorgar el premio, dotado con 30.000 euros, a una novela de la que resaltan su "singular enfoque, su capacidad evocadora y su recreación antropológica del mito de los orígenes".

Nacida en Managua y autora de una obra poética de reconocido prestigio internacional, Belli, que reside entre su país y Estados Unidos, ha dicho hoy sentir una alegría "de esas cristalinas, que sólo tiene uno en la infancia" por un premio que, como narradora, es la primera vez que obtiene en lengua castellana.

Tomando como título un verso de William White, la autora centroamericana arma un relato, que ha calificado como una "suerte de triple salto sin red", en el que indaga sobre el mito fundacional del paraíso y todo lo que oculta.

De la mano, en ocasiones, de los evangelios apócrifos (no incorporados a la Biblia), Belli se adentra en el laberinto del Génesis y descubre que mucho de lo que se ha escrito a lo largo de los siglos es "extremadamente contradictorio y misterioso".

A todas las víctimas de la guerra de Irak

Adán, Eva -el personaje con el que más se identifica Gioconda y quien le dio el "hilo plateado" para salir del laberinto-, pero, especialmente, la serpiente que merodea por el jardín infinito, son los principales protagonistas de esta fábula, que su creadora quiere dedicar a todas las víctimas de la guerra de Irak.

Ha reconocido, por otra parte, que lo que más le costó a la hora de enfrentarse a la narración fue la voz de los personajes, porque "debía respetar la antigüedad, la magia, lo misterioso y lo inexplicable de la historia en sí, con una pareja inocente, curiosa hasta que un día ella, con su mordisco a la manzana, da inicio al tiempo, a la realidad, a las amenazas, al frío o al hambre, pero también a la libertad".

Todos los miembros del jurado han coincidido en que El infinito en la palma de la mano es una obra que atrapa, que llama la atención por la calidad de su escritura y con un final -según Rosa Montero- "que no tiene truco, de una coherencia espectacular, que sale de muy adentro de la novela y que resulta novedoso, magnífico".

El premio Biblioteca Breve, que cumple su cincuenta aniversario, ha galardonado a lo largo de su historia a autores como Luis Goytisolo, Mario Vargas Llosa, Juan Benet, Luisa Castro o Juan Manuel de Prada, que lo obtuvo en la pasada edición.