EUFORIA. Sanz, Arenas y Teófila en el último acto del PP celebrado en Cádiz. / A. VÁZQUEZ
Ciudadanos

Por un puñado de votos

El PP quiere arrancar de la Sierra los 1.214 sufragios que le faltaron en 2004 para lograr el cuarto diputado; mientras, el PSOE aprovecha el efecto Rubalcaba por la provincia

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Las espadas están en alto y los resultados electorales que se prevén para el 9 de marzo, según las primeras encuestas, son muy ajustados. La batalla ha empezado. Socialistas y populares -un duelo de titanes en el que tratan de meter cabeza andalucistas e IU- han iniciado la precampaña en la provincia con el objetivo de convencer y arrancar el voto a los más indecisos. Se trata de evitar, a toda costa, la abstención. Los primeros sondeos sobre intención de voto, como el facilitado por el Centro de Entidades para la Economía Social de Andalucía, ha desvelado que la hegemonía socialista en el Parlamento Andaluz podría verse tocada y perder así la mayoría absoluta. El PSOE obtendría un 45,2% frente al 37,3% de los populares, IU un 7,3% y el PA, un 4,2%. La abstención rondaría el 28,3%.

De momento, es sólo otra encuesta a poco más de un mes de la celebración de los comicios, pero en los cuarteles generales de los partidos ya se han tomado muy en serio unos datos tan raspados. La provincia de Cádiz no es ajena a esta situación. En las elecciones generales del pasado 2004 la balanza de diputados al Congreso se inclinó en favor del PSOE por un margen de 1.214 votos. Los socialistas colocaron a seis diputados por Cádiz en las Cortes, frente a los tres que logró el PP después de aplicar la ley D'hont. Los populares se quedaron a las puertas del cuarto y ahora van a por todas.

NÚMEROS Y CÁLCULOS

Población y electores suben

La provincia no ha logrado superar la barrera necesaria para tener una cuota al Congreso de diez diputados. De los 350 representantes que forman la Cámara Baja, la provincia de Cádiz aporta nueve y cuatro senadores de los 208 que constituyen la Cámara Alta. Por lo que respecta al Parlamento Andaluz, la contribución gaditana es de quince miembros de los 109 que lo integran.

Socialistas y populares sostienen que han hecho unas listas equilibradas por circunscripciones, con el fin de que todas las comarcas de la provincia se vean reflejadas.

La población de derecho que sirve de base para estos comicios corresponde al 1 de enero de 2007 y asciende a 1.207.243 habitantes, mientras que los electores suponen 936.786. Se trata de unos datos ligeramente superiores a la población de derecho de los comicios de 2004, que contaron con una población de derecho en la provincia de 1.155.724 habitantes y un censo de 927.177 electores.

LA ABSTENCIÓN

El 30% no acude a votar

El secretario provincial de los socialistas, Francisco González Cabaña, dio el primer toque de atención a los militantes del PSOE el pasado octubre durante la reunión del Comité Provincial. El propio Cabaña llamó a la movilización para pelear por el voto mucho antes de que se abordarán los nombres de las candidaturas y evitar así la abstención. Fue un mensaje claro: «hay que vender los logros económicos del Gobierno» y es justo lo que está haciendo ahora el cabeza de lista por Cádiz, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Chaves, cabeza de lista por Cádiz al Parlamento Andaluz, hace lo propio.

El temor socialista a la abstención es evidente. Una baja afluencia a las urnas beneficiaría a las candidaturas del PP. En las últimas elecciones, 278.961 electores de la provincia optaron por no acudir a los colegios a votar, lo que significó un 30,09% de abstención. Se trata de un porcentaje habitual para Cádiz. La provincia ha registrado en las nueve convocatorias electorales que se han celebrado en España desde 1977 para Congreso y Senado una abstención de entre el 24,3% (el dato más bajo y fue en las elecciones de 1982) y el 36,9% ( la abstención más alta y sucedió en los comicios de 2000).

LA ESTRATEGIA

El PP apunta a la Sierra

La elaboración de la candidatura popular no ha estado exenta de sorpresas. La dirección del partido, por boca de su secretario regional y cabeza de lista por Cádiz al Parlamento Andaluz, Antonio Sanz, ha reconocido que la persona en la que se pensó desde el principio para encabezar la lista al Congreso por Cádiz fue la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez. A este puesto también aspiraba el ex ministro de Agricultura, el jerezano Miguel Arias Cañete, que finalmente irá de número ocho en la candidatura por Madrid. Sin embargo, la sorpresa de la lista popular estalló el mismo día de su presentación ante el Comité Electoral Provincial, donde se pudo comprobar, tras una larga negociación, que el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Cádiz, José Blas Fernández, se había caído de la candidatura del Senado y su lugar lo ocupaba el alcalde de Bornos, Fernando García.

Fuentes del partido justifican ahora esta decisión, tomada in extremis, con el argumento de que es una apuesta seria por la Sierra para captar el voto rural. Esta zona es un feudo socialista y el PP quiere recoger de estos 20 municipios los 2.000 votos que le harían falta para colocar un cuarto diputado en el Congreso que, en este caso, sería Aurelio Romero.

El propio partido confía en el tirón del alcalde de Bornos para engordar la cosecha de votos en esa zona.

LA OTRA GUERRA

Las aspiraciones de IU y PA-PSA

Izquierda Unida tratará estas elecciones de quitarse la espina y colocar a un diputado en el Congreso. Para ello, ha puesto como cabeza de lista por Cádiz al alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso. IU tuvo 38.611 votos en la provincia en las elecciones de 2004, una cosecha insuficiente para tener representación en la Cortes. Desde 1996 no consigue un diputado. En cuanto a la candidatura al Parlamento Andaluz, IU ha optado en esta ocasión por el alcalde de Conil, Antonio Roldán, en lugar de Ignacio García.

Por su parte, PA y PSA han decidido acudir juntos a estos comicios. Entre ambas formaciones sumaron en 2004 casi 43.000 votos. Esta unión les da fuerza y aspiran a que el isleño Manuel Prado se siente en el Parlamento y Jorge Romero ocupe un escaño en el Congreso.