Números
OPINIÓN Las situaciones por las que está travesando el Cádiz en la últimas fechas, como las críticas a Antonio Muñoz, la salida masiva de jugadores y la llegada de los tres nuevos está haciendo que, de momento, Antonio Calderón este marchándose de rositas ante los espectáculos lamentables, futbolísticamente hablando, que nos está regalando el equipo amarillo. Además se le nota nervioso, y mucho, en la rueda de prensa de principio de semana, donde no fue capaz de reconocer ni un solo fallo y si culpar a todo el entorno de lo mal que se está haciendo. Lo de siempre, la culpa es del mensajero (no el equipo canario). Y es que tirando de los fríos (cuando interesa) números, éstos dicen que otros, haciendo incluso más que lo realizado hasta el momento por Calderón, ya estaban en tela de juicio y tenían que aguantar críticas.
Actualizado: GuardarDejemos al margen a Mariano García Remón, porque a parte de que los resultados que consiguió eran peores aún que los del míster actual, a éste no se le perdonó nada, incluso faltándole al respeto a un profesional. Comparando a Calderón con Oli, el asturiano no llegó a dirigir 16 partidos como Antonio, sólo llegó a once, logrando únicamente catorce puntos. Pero ganó sólo dos menos y eso dirigiendo cinco partidos menos. Y con Oli no se tuvo tanta paciencia.
Si analizamos el trabajo de Jose González y estudiando el mismo número de partidos, vemos que cosechó seis puntos más que el Cádiz actual, cierto es que tampoco es una cifra para tirar cohetes, pero al fin y al cabo, son seis puntos más, y sin embargo tuvo que soportar las iras de un sector de los aficionados. Si miramos el número de derrotas de uno y otro, aquí la diferencia ya si que es abismal. Dos derrotas con Jose González en quince partidos y seis con Antonio Calderón. Y es que, independientemente del lastre en cuanto a derrotas se refiere acumuladas en la época de Baldasano y sus chicos, seis son una barbaridad también.
Con esto no quiero decir que se le abronque, ni que se le pite al técnico actual, sólo intento, por sino se ha percatado, que aproveche este clima y estos vientos favorables que corren a su favor y que no busque culpables en otro sitio que no sea en el interior del vestuario. Y punto.
