El profesor Carlos Guillén, en su despacho de la Universidad de Cádiz.
CARLOS GUILLÉN CATEDRÁTICO DE PSICOLOGÍA SOCIAL DE LA UCA

«Algunos jóvenes han convertido la violencia en un valor social»

Carlos Guillén separa del ámbito deportivo la agresión a los jugadores del Conil y cree que las causas son más profundas

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El profesor y catedrático gaditano Carlos Guillén Gestoso, de 48 años, ha realizado decenas de estudios en los que investiga el comportamiento social: en qué nos convertimos cuando nos unimos en grupos grandes.

La agresión de un joven futbolista de 16 años durante un partido en Chiclana, después de que un grupo de cerca de 30 chavales saltara al campo de juego cargados con palos, bates y cadenas, reabre el debate sobre la posible relación de dos palabras que cada cierto tiempo vuelven a escribirse juntas: fútbol y agresividad. ¿Es el campo generador de violencia? o por el contrario, ¿es el escenario reincidente usado por estos grupos agresivos?

Guillén asegura que los deportes de equipo en los que podemos identificarnos con el color de una camiseta nos proporcionan el ambiente ideal para dar rienda suelta a todo tipo de comportamientos. Está convencido de que cuando nos comportamos como una masa de personas, la identificación con los demás es tan fuerte que nos dejamos influenciar hasta el punto que alguien puede cometer actos violentos que por sí sólo nunca haría.

Guillén habla con vehemencia, aunque no levante la voz. Tanta, que a ratos se le escapa algún golpe sobre la mesa de su despacho en la Universidad de Cádiz.

-La agresión en Chiclana hace una semana ha vuelto a poner juntas dos palabras: deporte y violencia. Un día antes, otro grupo de menores asaltaban con piedras un campo en Vejer. ¿Qué está pasando en el fútbol gaditano?

-El fútbol es una identificación muy concreta con un equipo que además nos representa. Y también tiene que ver con un fenómeno de masas, porque se produce una afinidad entre grupos de personas. Los aficionados, además de compartir la pasión por un equipo, comparten conductas, hasta el punto de que el grupo tiene la capacidad de influenciar a algún miembro para hacer algo que por sí sólo nunca haría. En este contexto se puede insultar o incluso pegar con la impunidad del grupo.

-La Federación Gaditana de Fútbol lamenta los insultos y agresiones que se repiten en las gradas de los campos gaditanos, especialmente en las categorías inferiores, según afirma su presidente.

-Los insultos al árbitro, cuando no estamos de acuerdo, son lamentablemente muy frecuentes, demasiado frecuentes.

-Dos incidentes multitudinarios protagonizados por menores de edad en una misma semana. ¿Se trata de una coincidencia o nos enfrentamos a un nuevo fenómeno?

-No se trata de un fenómeno nuevo, pero sí es una conducta que se repite con cada vez más frecuencia en nuestras sociedades, producto del deterioro de las relaciones entre los individuos. ¿Cuántas quejas tienen los profesores en los centros escolares? Son los llamados comportamientos desadaptativos. Para ser rebelde hay muchos caminos que no son la agresión.

-En el caso concreto del ataque en Chiclana... ¿por qué se traslada un conflicto entre pandillas juveniles a un escenario deportivo como es un campo de fútbol?

-El campo es un lugar donde se pueden llevar a cabo representaciones sociales de otros ámbitos. En este caso, por lo que parece, se trata de un problema que venía de fuera y donde se desencadenó el conflicto fue allí. En el campo los atacantes vieron la mejor oportunidad para agredir al joven.

-¿Qué factores sociales se reúnen en la provincia de Cádiz para que sean posibles estos ataques?

-El 11% de los jóvenes tienen conductas violentas que las manifiestan en distintos foros, según los últimos datos de un estudio de la Universidad Autónoma de Madrid. Este informe pone de manifiesto los fenómenos relacionados con los grupos de jóvenes, entre los 11 y 18 años. Y que el porcentaje de ataques es cada vez mayor. Además, esa violencia se manifiesta de forma abierta. El problema fundamental es que los jóvenes están convirtiendo la violencia en un valor social. Hasta el punto que algunos graban las agresiones y las muestran al resto del grupo.

-¿Y cuáles son las causas que están detrás de estas conductas?

-La economía. Y la falta de identidad de la sociedad con unos valores conjuntos. Hay pérdida de equidad social. Cualquier ciudadano no es lo mismo para los ojos de algunos individuos. Establecemos clases, grupos y así aumentamos los prejuicios. Por supuesto, también la desestructuración social tiene mucho que ver con estos nuevos fenómenos.

-Desemboca en el ámbito doméstico... ¿es aquí donde hay que buscar la explicación a la agresividad de algunos jóvenes?

-Hay mucha violencia dentro de las familias. Y lógicamente esto transmite un modelo no muy adecuado. Hay factores sociales y personales que confluyen.