MISTERIOS. El impulso se aplicó en una zona del hipotálamo que no tiene funciones de recuerdo. / L.V.
Sociedad

Descubren que impulsos eléctricos en el cerebro aumentan la memoria

Un equipo dirigido por el español Andrés Lozano halló el fenómeno por casualidad mientras intentaba controlarel apetito de un paciente obeso El hombre comenzó a recordar nítidamente sucesos de hace 10 años

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Un fascinante descubrimiento ha permitido descubrir a un equipo de científicos del Toronto Western Hospital nuevas claves acerca del funcionamiento de la memoria en el cerebro humano, lo que podría ayudar en el futuro en el tratamiento de enfermedades neuronales como el Parkinson. Lo más interesante del caso, es que, como ya ha ocurrido otras veces en la historia de llos descubrimientos científicos, el hallazgo, publicado en el último número de la publicación Annals of Neurology, fue fruto de la casualidad.

El departamento de Neurocirugía del hospital, dirigido por el español Andrés Lozano, sometió a un hombre de 50 años y 190 kilos de peso a un tratamiento de estimulación cerebral por electrodos para tratar su obesidad mórbida, acuciados también por la necesidad, ya que el sujeto padecía de diabetes tipo 2 y de serios trastornos del sueño.

Ante la negativa del paciente a someterse a cirugía gástrica, los médicos se decidieron por el método de «estimulación profunda del cerebro», técnica que hasta entonces sólo había sido probada en animales con la que esperaban reducir de algún modo su apetito.

Sensaciones de 'dejà vu'

Para beneplácito de la comunidad científica, sin embargo, el tratamiento tuvo un desenlace sorprendente. El apetito no se redujo, pero el hombre comenzó a recordar con todo lujo de detalles sucesos que le ocurrieron tres décadas antes, como la narración de una jornada en el parque rodeado de amigos de su juventud.

Cuando los médicos aumentaron los estímulos, el hombre obeso (cuya identidad no ha sido revelada) iba obteniendo recuerdos cada vez más nítidos, sensaciones de dejà vu, como la imagen de su novia en aquella época, situada en una escena descrita a todo color, con detalles cada vez más vívidos como por ejemplo la ropa que vestía la gente que en aquel momento estaba a su alrededor.

«Con un poco de suerte -reconoce el doctor Lozano- hemos encontrado un circuito en el cerebro que puede ser modulado por la estimulación, y que puede ser beneficioso para pacientes con desórdenes de memoria». Los electrodos, implantados en una zona del hipotálamo, hasta entonces vinculada con la sensación de hambre, siguieron arrojando resultados sorprendentes, ya que después de tres semanas de estimulación, los científicos pudieron ver cómo la capacidad de aprendizaje del hombre también había aumentado de forma considerable.

Los contactos que conllevaron un aumento en la memoria ocurrieron en el forniz, una estructura cerebral que transmite señales al sistema límbico. Tan accidental descubrimiento podría tener no obstante importantes aplicaciones para la neurocirugía, y ya se está comprobando en pacientes aquejados de Parkinson prematuro o transtornos emocionales.