PESQUISAS. Miembros del equipo juvenil de Conil, ayer, en el cuartel de la Guardia Civil. / ROMÁN RÍOS
Ciudadanos

La Federación avisa de que la violencia en el fútbol «se nos va de las manos»

El presidente de la Gaditana reconoce que está «muy preocupado» y adelanta que la Comisión Antiviolencia se reúne el próximo 14 de febrero en Cádiz

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Su voz no vacila. «No podemos quedarnos con las manos quietas. La violencia en los campos de fútbol se nos va de las manos». El presidente de la Federación Gaditana de Fútbol, José Antonio Bernal, tiene miedo de que la violencia se apodere de las canchas.

La agresión de este pasado domingo en Chiclana -que acabó con Juan R., de 16 años, en el hospital con nueve puntos en la cabeza tras ser atacado con un bastón de golf- le ha dejado el sabor amargo de la preocupación. «Tengo miedo de que pueda ocurrir otra vez», reconoce. Aunque marca el límite que separa lo deportivo de una greña callejera. «Si algo se puede sacar en claro de este lamentable incidente es que la bronca no tuvo nada que ver con el partido».

El grupo de cerca de 20 chavales que asaltaron el terreno de El Fontanal cargados de bates, palos y cadenas, buscaba venganza por un conflicto que tuvo su origen lejos de las canchas, según apuntan las investigaciones que lleva a cabo la Guardia Civil. Pero un incidente así, que usa el terreno del fútbol como campo de batalla, puede sentar precedente, afirma Bernal. «Y más teniendo en cuenta las agresiones que se repiten cada fin de semana en las gradas de los campos», asegura.

Insultos entre los aficionados que no es extraño que acaben en agresiones físicas, según los informes que cada lunes se amontonan en el despacho de el presidente del fútbol gaditano. «Incluso hay padres que han llegado a pegar a un árbitro de 15 años como ocurrió en las instalaciones deportivas de Elcano, en Cádiz, este mismo año», se queja.

El ataque en Chiclana ha precipitado el próximo encuentro de la Comisión Antiviolencia en el Deporte de la provincia. Representantes de la Delegación del Gobierno, entrenadores, técnicos, árbitros y directivos, discutirán el próximo 14 de febrero las medidas disciplinarias que se deben tomar.

Hace menos de un año se endureció el reglamento y las sanciones, hasta convertir al fútbol andaluz en uno de los menos tolerantes con los comportamientos xenófobos y racistas, según explica su presidente en Cádiz.

Los padres, foco violento

«Nos estamos acostumbrando a los acontecimientos violentos dentro de los campos», dice el delegado provincial del Colegio de Árbitros, Miguel Ángel Gutiérrez. El colegiado asegura que buena parte de las agresiones nace en las gradas. Y que las generan las propias familias de los jugadores, especialmente en las categorías inferiores. «Priman más que su hijo gane el partido, antes que la educación, o el propio juego del fútbol», se queja. Una situación más frecuente cuanto menos edad tienen los jugadores, afirma.

Las investigación del caso Chiclana continúan en las dependencias de las Guardia Civil de la localidad, donde al cierre de esta edición no se habían producido ninguna detención.