Mi amigo 'El Tarta'

En el año 1.989 tuve la gran suerte de conocerte, esperando una entrevista de trabajo; la verdad es que en ese momento me caíste muy bien. En nuestra primera charla me di cuenta que el Carnaval era parte de tu vida. Al transcurrir de los años, la vida nos ha enseñado que es de bien nacido ser agradecido, y estas líneas son para eso, hemos vivido tela de cosas juntos, algunas buenas y otras malas. No se me olvidará el día en que Alejandro (tu hijo), vino al mundo. Recuerdo cuando me comentabas que no querías que tu hijo se pareciera nunca a ti en el hablar, pero sí como persona. El otro día en el teatro un gilipollas al que se le podría denominar de otro modo aún peor, amparándose en una agrupación del Carnaval, ese por el que tú das la vida, cantó un cuplé metiéndose con tu forma de hablar y la de otros gaditanos en el que incluyo un familiar mío. Me pareció chabacano, lamentable, sobre todo el intentar hacer gracia sin tenerla sobre un defecto que tienen muchas personas; no sé cual sería su estado al escribir esa mierda de letra, pero lo que sí sé es que no tiene la hombría de disculparse públicamente del agravio que comete. Yo se que tú estás por encima de estas cosas pero aquí estoy yo, como amigo tuyo (cosa de la que este muchacho carece), para denunciar públicamente este atropello.