SUSTO. El último robo causó daños en este céntrico local . / A. Z.
SAN FERNANDO

Los comerciantes del centro demandan mayor presencia policial para prevenir nuevos alunizajes

La puesta en libertad con cargos del autor de la oledada de robos de 2005 y presunto culpable de dos alunizajes alerta a los empresarios

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Los alunizajes registrados el pasado 13 de enero en dos comercios del casco histórico isleño volvieron a abrir una profunda herida en el seno del comercio tradicional de la ciudad. Durante las últimas dos semanas, los empresarios locales han recordado los temores que sufieron entre mayo y julio de 2005, cuando fueron presa de once de estos robos.

Los recientes sucesos se saldaron con la detención por parte de la Policía Local, como presunto culpable de los hechos, del autor de la pasada oleada de «alunizajes»: un delincuente habitual de siglas B. A. V. conocido popularmente como El Blas. Para asombro de muchos comerciantes, El Blas fue puesto en libertad con cargos dos días después de estos incidentes y en la actualidad espera, a pie de calle, el juicio por tales robos.

El regreso a la vía pública de B. A. V., que a sus 34 años de edad acumula 59 detenciones, ha puesto en alerta a los comerciantes del centro, ya que en sus momentos de libertad este isleño no suele tardar en delinquir repitiendo siempre el mismo modus operandi: robar un coche para empotrarlo contra un establecimiento.

El presidente de la Asociación de Comerciantes de San Fernando, Manuel Martínez, asegura que la única solución para prevenir futuros «alunizajes» pasa por reforzar la presencia policial en las principales arterias del casco histórico. «La Policía Local debería potenciar las patrullas a pie en el centro más allá de los principales períodos comerciales, ya que la mera visión de los agentes elude a los maleantes de ejecutar cualquier robo», recalcó Martínez.

Las víctimas de los pasados alunizajes coinciden con el presidente del colectivo en señalar la mejora de la seguridad ciudadana como máxima prioridad.

Impacto

María Dolores Gil, propietaria de un videoclub, ha sufrido en poco más de dos años tres alunizajes. Durante dicho periodo, los escaparates de su local fueron hechos añicos por dos automóviles y una motocicleta. El último de estos robos tuvo lugar en 2005 y fue obra de El Blas. «La imagen de un coche empotrado en tu negocio es algo que no se olvida», detalla Gil.

La empresaria asegura que estas colisiones le han animado a reforzar la seguridad de su establecimiento. «Tras el último choque, decidimos construir un pequeño muro bajo el escaparate para eliminar la cristalera a ras de suelo y dificultar la entrada a cualquier vehículo», explica la comerciante.

Por otro lado, Gil aclara que los responsables de estos incidentes apenas sustrajeron mercancía de su local. «Los principales daños los corrió la fachada, ya que entre las tres incursiones sólo robaron cuatro reproductores portátiles de cd y el escaso cambio que se encontraba en la caja registradora», subraya la víctima.

El caso de José Sánchez, propietario de un centro estético, es distinto ya que en 2005 perdió más de 2.000 euros de su caja fuerte a raíz de uno de estos peculiares robos. Además, el choque también causó graves daños en el escaparate de su negocio. «La Isla cuenta con suficientes efectivos policiales, pero éstos no están bien aprovechados y la presencia de agentes en la calle es escasa», señala Sánchez.

Por su parte, el matrimonio formado por Francisco Bonet y María de los Ángeles Hernández, regentes de un estanco en la avenida León Herrero, mantiene en su recuerdo como el alunizaje sufrido por su establecimiento puso final a la ola de delitos registrada hace dos años. «La rápida llamada de un vecino a la Policía Local permitió a los agentes detener al culpable», relata Bonet.

sanfernando@lavozdigital.es