EN EL AULA. Los monitores apoyan a los niños sin tener que separalos de sus compañeros. / J. RÍOS
Jerez

Cedown amplía su programa de atención en el aula en dos colegios más

Doce niños se benefician de este servicio de monitores especializados Funciona también en Secundaria

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El programa de monitores de enlace para niños con Síndrome de Down empezó tímidamente pero de forma decidida durante el curso pasado y la asociación jerezana Cedown puede ya vanagloriarse de haber duplicado la capacidad operativa de este proyecto en Jerez. Los seis niños que empezaron a beneficiarse de este monitor de apoyo en el aula se han convertido en doce y también ha aumentado el número de profesionales especializados en este campo.

«Este año se ha visto un incremento notable de la calidad», explicó la psicóloga y coordinadora técnica de Cedown, Macarena Gea. «Los centros escolares nos dicen que el servicio es realmente muy efectivo y que los profesores de estos alumnos se sienten apoyados por el monitor de enlace. Es un servicio que tiene mucha repercusión positiva en el niño y también en el resto de sus compañeros».

Además de duplicar el número de alumnos atendidos, la asociación jerezana ha ampliado el número de colegios que atiende con la inclusión del CEIP La Unión y del IES Sofía (el curso pasado trabajaban solamente en Safa y Jesús María de La Asunción). De esta forma, se han enfrentado al reto de adentrarse en la Educación Secundaria: «Hemos conseguido una aceptación total», aseguran tras evaluar los resultados del primer trimestre.

«Con la puesta en marcha del programa en el instituto Sofía hemos conseguido que los niños con Síndrome de Down no tengan que ir a colegios de Educación Especial, sino a otros centros públicos como el resto de los niños de su misma edad», argumenta la psicóloga. Las diferencias con la etapa escolar de Primaria se hacen evidentes en el propio desarrollo de la jornada lectiva: «Tienen más profesores y cambian de aula para las distintas asignaturas que se imparten», explicó. Los objetivos de los primeros dos meses y medio de clases eran «que se adaptaran, que se integraran en el aula y que se manejaran con los tiempos de las clases», añadió la especialista.

El IES Sofía reunía todos los requisitos para que el programa de monitores de enlace resultara un éxito: «Es un centro pequeño, solamente de Secundaria y que es pionero en otros muchos programas educativos». Las ventajas de formar parte de este proyecto son tan significativas «que ya hay más familias interesadas en él», indica la responsable.

Aprovechando esta circunstancia, el centro escolar del polígono de San Benito -que ya atiende a alumnos con otras necesidades educativas especiales- propuso extender su propio programa de alumnos ayudantes a este nuevo compañero, «para aquellos momentos en los que el monitor de enlace no está en el aula», explicaron desde la asociación Cedown.

Más niños

«Este trimestre queremos incluir a dos niños más», aseguró Macarena Gea y «tenemos previsión de seguir creciendo». De hecho, el colectivo ya tiene en mente a otros 25 chicos y chicas que, potencialmente, podrían ser beneficiarios de los monitores de enlace en sus respectivos centros escolares. «Todos los niños con Síndrome de Down en edad escolar no lo necesitan porque hay colegios suficientemente atendidos, con monitores y ratios bajas».

Como reto final, «lo que queremos es potenciar más la parte escolar en sus propios colegios y dedicar las tardes a actividades más relacionadas con habilidades de la vida diaria, el ocio y el tiempo libre», resumió la psicóloga. De hecho, el colectivo tiene previsto inaugurar en unos pocos días «la cocina, para que los chicos se puedan manejar en casa en cosas tan básicas como el hecho de prepararse la merienda ellos solos».

vmontero@lavozdigital.es