Afiliados y simpatizantes, entregados a la lista de Arenas

Ninguno de los candidatos masculinos del PP hizo sombra a las mujeres populares en los discursos de presentación de sus candidaturas. Las políticas seleccionadas por Arenas demostraron ayer que tienen más tablas, más entusiasmo y que conectan mejor con la gente. Todos fueron ovacionados por un electorado entregado a la causa popular pero el mayor aplauso lo cosechó Teófila -que fue profeta en su ciudad- y Celia Villalobos, quien puso en pie al público en un par de ocasiones.

El estilo de Soledad Becerril, más pausado, sereno y reflexivo también gustó entre los asistentes, muchos de ellos de edad muy avanzada y conocedores de la larga trayectoria de esta política que representa a la provincia de Sevilla. Becerril se mostró distante en el momento del encuentro con sus compañeros de partido y se mantuvo apartada del corrillo de candidatas que se formó a la entrada del palacio de congresos.

Teófila Martínez, quien llegó precedida de Loaiza y Romaní y junto a Celia Villalobos, se mostró muy afectuosa con la candidata granadina, Concha Santa Ana, la más joven de todos los populares de la lista y quien también contó con una especial simpatía entre el público del palacio de congresos gaditano.

Hernando y Merino, candidatos por Almería y Córdoba, respectivamente, no fueron recibidos con tanta efusividad por el numeroso grupo de populares que se desplazaron de localidades como Jerez -de donde llegaron dos autobuses- o de San Roque.

Javier Arenas, que intervino el último, hizo un largo discurso que fue respaldado especialmente cuando tocó el tema de la reforma educativa, la bajada de impuestos y cuando hizo alusiones directas al actual presidente de la Junta, Manuel Chaves, con un irónico: ¿Olé, Manolo! para criticar la gestión socialista en Andalucía durante los últimos veinticinco años.