APOYO. Una pancarta en el barrio de Mari Luz. / A. M.
ANDALUCÍA

Vecinos bajo sospecha

La principal pista señala que a Mari Luz se la llevó un conocido. La policía busca a 200 niños desaparecidos en España . La primera semana es clave en la investigación

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EL individuo que raptó a Mari Luz Cortés Suárez no lo hizo para cobrar un rescate ni para ajustar cuentas con su familia, porque Juan José e Irene -los padres de la desaparecida-, se ganan la vida con actividades lícitas y están considerados como dos activos de su comunidad. El Torrejón, barrio donde vive y donde fue raptada esta pequeña de cinco años, es un lugar conflictivo, donde los visitantes son mal recibidos, aunque está situado cerca de la autovía que comunica Huelva con Sevilla y con la frontera de Portugal.

La pequeña distancia que separa el quiosco donde la niña compró el domingo las chucherías y el domicilio de la familia Cortés-Suárez añade fundamento a la primera pista que baraja la Policía Judicial encargada del caso: a Mari Luz se la llevó alguien del entorno.

De hecho, hasta el momento sólo se ha tomado declaración a un individuo, vecino de El Torrejón, pero que se marchó a otra provincia andaluza el mismo lunes, horas antes de que llegara un equipo especializado de la Guardia Civil con perros amaestrados a la búsqueda de pruebas. Se trata de S.V.G. que, sin embargo, quedó en libertad sin cargos tras declarar ante la Policía Nacional que, además, ha registrado en dos ocasiones la casa de este sospechoso que cuenta con antecedentes penales. Una vecina del barrio dijo a la policía que llevaba varios días viendo que el conductor de una furgoneta se acercaba mucho a los niños. Es más, esta mujer llegó a apuntar la matrícula de dicho vehículo y se la entregó a los investigadores del caso de Mari Luz.

Hipótesis

Juan José López Garzón, delegado del Gobierno en Andalucía, ha confirmado tanto las pesquisas como la toma de declaración y el registro del domicilio de S.V.G. para el que reclama, no obstante, la presunción de inocencia. Las pruebas y todos los datos recabados se analizan minuciosamente. De momento, se trata de una mera hipótesis.

Pero las grandes búsquedas, en las que han llegado a participar más de 400 voluntarios tanto en tierra como en las marismas cercanas, se han reducido a rastreos más selectivos. Se trabaja con especial ahínco en la planta de tratamiento de residuos sólidos de Huelva. Mal presagio. El paso de los días mina la fortaleza de los padres. Juan José Cortés, sin embargo, apela a su vez a Dios -procesa la religión evangelista- para sacar fuerzas de flaqueza y seguir adelante.Todos los días organiza una rueda de prensa en la puerta de su casa para que la desaparición de su hija siga siendo foco de atención mediática. Quiere evitar que Mari Luz se convierta en un expediente más de los 200 niños desaparecidos a los que la policía busca en España, algunos de ellos desde hace más de veinte años.

Vibración

Juan José e Irene mantienen la llama de la esperanza. El padre contaba el viernes por la tarde que su impresión es que Mari Luz está en Huelva. «Es sólo una vibración, pero hay veces que esos sentimientos tienen algo de verdad», comenta. En todo momento muestra su agradecimiento a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como a los voluntarios, a los Bomberos y a la Policía Local.

Los vecinos del barrio de El Torrejón y el resto de onubenses tampoco quieren que merme la esperanza. Para el martes han convocado una nueva manifestación, que pide que tengan reflejo en todas las capitales de España, reclamando la vuelta de la pequeña. Hoy se cumple una semana de la desaparición de Mari Luz y, según los expertos, la primera semana es clave para una pronta resolución.

En España se registran cada año unas 8.000 denuncias por desaparición de menores, de las que apenas el 2,5 por ciento quedan por resolver. Una situación que se repite con más asiduidad es la de un cónyuge -padre o madre- que no entrega a su hijo una vez que concluye el periodo de visitas. Esta circunstancia alcanza mayor dramatismo en los matrimonios mixtos -entre españoles y extranjeros- porque a veces el menor acaba en otro país.

Sin perfil definido

Varios criminólogos consultados por este periódico han señalado que en España no existe ningún perfil tipo de secuestrador de niños. Sí se han realizado trabajos similares en casos de violadores en serie, pero hasta el momento no para raptores. Los casos de Yeremi Vargas y Sara Morales, hacen temer a la población de Gran Canaria que se trata de una única persona.