ALEGRÍA. Una afortunada mira los planos de su vivienda. / J. L. J.
El Consistorio sorteó ayer 12 viviendas protegidas que construirá en la Ribera del Muelle entre 788 solicitantes

«El piso es un pisazo»

La Empresa Municipal de Suelo y Vivienda celebró ayer el sorteo de 12 viviendas protegidas que construirá en los próximos meses en la Ribera del Muelle. La cita tuvo lugar en el Pabellón Municipal de Deportes para poder acoger a las más de 700 personas que habían solicitado uno de los pisos.

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La inquietud se hizo latente entre los asistentes al mismo tiempo que comenzaba a girar el bombo que portaba los números al más puro estilo del sorteo del Gordo de Navidad. A pesar de que las posibilidades eran escasas y sólo había 12 viviendas para repartir entre 788 solicitantes, ninguno de los presentes no perdió la esperanza hasta el final del sorteo.

De los 12 pisos, siete fueron destinados para los empadronados en la localidad, tres para los no empadronados y dos para familias numerosas. Además, se entregó una vivienda de realojo y otra que utilizará Asuntos Sociales para víctimas de violencia doméstica.

Los 12 inmuebles que han sido adjudicados comenzarán a construirse en la Ribera del Muelle, justo enfrente del Instituto La Jarcia. El plazo de ejecución de la obra finaliza en diciembre de 2009. Los 12 pisos tienen tres dormitorios, con aproximadamente 65 metros cuadrados y un precio de cerca de 75.000 euros. Los otros dos pisos entregados, sin necesidad de sorteo, tienen cuatro dormitorios de 82 metros cuadrados, cuyo importe asciende a 95.000 euros.

Los que no pudieron asistir al sorteo se acercaron a las oficinas que tiene la Empresa Municipal, situada junto a la Iglesia Prioral, para buscar en las listas si la suerte les había sonreído. Así, David Lucena de 25 años salía eufórico tras recibir ya el plano de la que será su futura vivienda. Él es uno de los 207 no empadronados que ha recibido la buena noticia. «Doce millones de pesetas los pago yo en nada de tiempo», declaraba.

David, que es natural de la capital, es uno de los que ha visto imposible adquirir un piso en su ciudad y ha optado por probar suerte en Puerto Real. Casi con lágrimas en los ojos no conseguía creérselo del todo y mostraba el plano de su nueva casa. «El piso es un pisazo» decía sonriente.

Algo le decía a Isabel Lourdes Colorado, otra de las afortunadas, que iba a inaugurar su vivienda en dos años. Mientras trabajaba, su madre, que había asistido al sorteo en el polideportivo municipal, le daba la gran noticia entre abrazos y besos. Al terminar su jornada laboral corrió a las oficinas de Empresa Municipal donde le explicaban las características de su vivienda. «Yo la verdad es que tenía la corazonada de que me iba a tocar», decía sonriente.

Los centenares de personas que se quedaron sin casa tendrán que volver a solicitar vivienda para las promociones que el Ayuntamiento construirá cerca de El Almendral y, en régimen de alquiler, en Casines.

puertoreal@lavozdigital.es