Deserción en el cine

a asistencia de espectadores a las salas cinematográficas no cesa de caer a medida que se cierran negocios de exhibición en toda España y se intensifica la competencia no sólo de otras fórmulas de diversión, sino de otros formatos para visionar películas. Las alarmantes cifras correspondientes a 2006 constatan una pérdida de 20 millones de espectadores en apenas un año, de los que seis corresponden al cine español. Resulta cuestionable que, ante esas estadísticas, nuestra industria siga produciendo un notable número de filmes -337-, cuya recaudación, salvo puntuales excepciones como El Orfanato, apenas permiten cubrir costes. La constatación de las dificultades que sufre la cinematografía no puede derivar en mayores exigencias ni a los exhibidores ni a los espectadores.