TAMARA SÁNCHEZ
LUIS CARLOS ABAD AGUILAR JUGADOR Y ENTRENADOR DE BALONCESTO 5 MINUTOS CON...

«Nunca olvidaré mi ascenso de categoría con el Chipiona»

Luis Carlos compagina su labor de jugador con la de entrenador y asegura que admira a Aíto García Reneses como técnico

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-¿Cómo empezó a practicar el baloncesto de forma regular?

-Recuerdo que fue en mi etapa en el colegio. La decisión fue fácil porque era el chico de mayor altura de mi clase y decidí aprovecharlo para jugar.

-Y desde entonces sigue jugando...

-Pues sí. La verdad es que he militado en algunos equipos de Murcia y Granada, pero recuerdo como algo muy especial mi época en Chipiona.

-¿Qué fue lo mejor de aquella etapa?

-Sin duda, me quedo con el ascenso de categoría que vivimos. Fue un periodo muy bueno para mí y para el grupo en general. Cuando llegamos a los últimos segundos del choque y anotamos la canasta de la victoria viví una gran explosión de alegría. Inolvidable.

-¿Qué debe tener un buen jugador?

-Sin ningún género de dudas, inteligencia. Un buen jugador se compone de muchos factores, pero el principal factor que debe entrar en la cancha es la inteligencia. Todo el mundo sabe jugar, aunque jugar sus bazas en el parqué de la mejor forma posible es lo más importante.

-¿Y un buen entrenador?

-Tener mucho talante y psicología. Un entrenador debe saber llevar al equipo y a la plantilla. Los jugadores deben sentirse con mucho ánimo siempre que saltan al terreno de juego e importantes dentro del esquema del míster. Ante todo uno debe ser muy psicológico.

-Un preparador a seguir...

-Si tuviera que quedarme con uno, Aíto García Reneses sería mi elegido. Es un hombre que ha entrenado en multitud de equipos y siempre ha sabido sacarle todo a cada plantilla. Hay que tener en cuenta que un conjunto no se forma sólo con grandes nombres. En una plantilla hasta el jugador menos dotado técnicamente puede jugar un papel fundamental a lo largo de la temporada.

-Un deseo...

-Seguir jugando y que los chavales disfruten de lo que hacen, que en definitiva es el mayor premio para el técnico.