ESPAÑA

Aritxulegi certificó la crisis del proceso de paz

Dos de los cuatro miembros del comando de Lesaka desarticulado por la Guardia Civil, el detenido Mattin Sarasola y el fugado José Iturbide, irrumpieron -junto a un tercer militante de la banda terrorista- el 23 de septiembre de 2006 encapuchados y armados con fusiles en un acto público en el que la izquierda abertzale conmemoraba el Gudari Eguna, día del soldado vasco, en el monte Aritxulegi de Oiartzun.

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Los integrantes de la banda armada, con un procedimiento inédito, leyeron un escueto comunicado en el que confirmaban su «compromiso» con la lucha «hasta conseguir la independencia y el socialismo en Euskal Herria». «Tenemos la sangre preparada para darla (por Euskal Herria)». Esta aparición y declaración de intenciones certificó la grave crisis por la que en aquellos momentos atravesaba el proceso de paz. Una situación que rozó la ruptura con el robo de 300 pistolas en Francia un mes más tarde y que se consumó definitivamente el 30 de diciembre con el atentado en la T-4, en el que murieron dos personas.

Escenografía

El día de Aritxulegi, según relataron ayer fuentes de la investigación, Sarasola e Iturbide siguiendo las instrucciones de su jefe, José Antonio Aranibar, detenido por la policía francesa en julio pasado y lugarteniente de Txeroki, mantuvieron una cita con un desconocido que les dio dos fusiles de asalto Cetme para aparecer encapuchados y con ropas negras en un acto promovido por la izquierda abertzale.

Sarasola e Iturbide, presuntamente, escoltaron al tercer etarra que leyó el comunicado ante unos dos mil simpatizantes y posteriormente efectuaron siete disparos al aire subidos a un escenario.

Una vez acabada la escenografía -contemplada por ETA en una de sus publicaciones internas desde donde observa la posibilidad de llevar a cabo «apariciones armadas» con comunicados «pedagógicos, claros y de una fácil comprensión»-, los encapuchados abandonaron el lugar y se ocultaron en el bosque.

Las armas las escondieron en un zulo que habían construido previamente. Al cabo de algún tiempo, cuando desapareció la presencia policial en la zona, regresaron para recuperar el armamento. En su momento, según publicó 'Gara', al pedir explicaciones el Gobierno por esta actitud en plena tregua, la organización respondió: «¿Acaso hemos disparado a alguien?».