El año que empieza
CALLE PORVERA El año que acaba de comenzar amenaza con resultar importantísimo para el futuro de Jerez. Y no me refiero solamente por una serie de proyectos de primer orden que la ciudad espera como agua de mayo, sino por otras muchas circunstancias que serán tanto o más importantes que éstos.
Actualizado: GuardarPorque, sí, vale, que se va a poner la primera piedra del Ikea, que el Aeropuerto empezará a plasmar los primeros efectos de su ambicioso plan de crecimiento y ampliación, que la Ciudad del Flamenco dejará de ser una simple arma arrojadiza entre partidos o un saco en el que depositar promesas grandilocuentes 2008 va a ser, además del año en que todo eso suceda, ése en el que el equipo de Pilar Sánchez tendrá que empezar a sacar los conejos de la chistera prometida y convertirlos en realidades palpables.
Y no lo va a tener fácil con las arcas municipales echando telarañas como están y el tan cacareado plan de saneamiento. Ni con el clima sindical que está viviendo el Ayuntamiento y sus organismos autónomos a cuenta de los primeros despidos y las no renovaciones de contratos. Ni con otras muchas circunstancias que no serían posibles de enumerar en estas líneas.
Pero, aún así, haría bien el equipo de Pilar Sánchez en dejar de mirar atrás, de culpar a fantasmas del pasado de todo lo que sucede en esta bendita ciudad y echarse a sus espaldas lo bueno y lo malo de lo que pase a partir de ahora. Coger el toro por los cuernos, como suele decirse, y tirar para adelante con decisión y sin volver la cabeza. Jerez se lo merece.
