Un oficial de la Fuerza Aérea venezolana mira su reloj a la espera de que los helicópteros despeguen en busca de los rehenes. / AP
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Chávez atribuye a presiones de EE UU el retraso en la liberación de los rehenes de las FARC

Colombia niega cualquier injerencia y dice que la guerrilla dilata la operación

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En medio de rumores y desmentidos de las autoridades sobre la entrega de las coordenadas para recoger a los tres rehenes que han prometido liberar las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) transcurrió un día más de espera en Colombia y Venezuela. La logística está preparada y todos los testigos internacionales de la puesta en libertad de Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González esperan desde el sábado en Villavicencio.

Aunque a primeras horas una radio local informó de que Ramón Rodríguez Chacín, coordinador por parte de Venezuela de la operación Emmanuel, viajaba hacia Colombia con las coordenadas del lugar donde podrían ser recogidos los secuestrados, la versión fue más tarde negada por su ministro de Asuntos Exteriores, Nicolás Maduro. Chacín aclaró que «sólo» faltaba ese dato para comenzar la tercera fase del plan y que podría llegar «en cualquier momento».

El alto comisionado para la paz colombiano, Luis Carlos Restrepo, confirmó que «las cosas estaban dispuestas», pendientes del aviso de la Cruz Roja, a partir de la «información que entregue Rodríguez Chacín». El representante del presidente, Álvaro Uribe, puntualizó que «no hay ningún tipo de plazo restrictivo» y comentó que seguirán «brindando todas las garantías», aunque «se tomara más tiempo o hubiera que ampliar plazos para sobrevuelos de aeronaves».

Restrepo negó una afirmación de Hugo Chávez sobre la existencia de presiones externas (Estados Unidos) e internas para dificultar o abortar el rescate. «El Gobierno colombiano actúa de manera autónoma, con pleno convencimiento de que el camino que estamos transitando es el correcto», dijo.

La declaración del delegado de Uribe fue calificada por Maduro como «muy positiva y es un signo de esa situación. Algunos medios de prensa trataron de crear como siempre algún problema pero estas manifestaciones ayudan a seguir despejando todos los obstáculos y detallitos que pudieran haber en función de que se solucione el rescate de estos compatriotas colombianos».

Tareas de logística

Más tarde, el portavoz en Colombia del CICR, Yves Heller, confirmó también que «aún no recibimos las coordenadas de la guerrilla para partir hacia la selva a rescatar a los rehenes». Comentó que cuando se tengan esos datos «se procederá a realizar las tareas de planificación y organización». Sin dar más detalles, explicó que «antes de partir hacia la selva en los helicópteros que están listos debemos realizar tareas de logística que permitirán darle mayor seguridad al último tramo de la operación humanitaria».

A los dos helicópteros que aterrizaron el viernes y a los tres aviones Falcón que transportaron a la delegación de observadores el sábado se sumaron ayer otros dos helicópteros Bell, más pequeños que los primeros, por si el lugar de la entrega es de difícil acceso. Se identificarán también con la enseña del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Mientras tanto, los familiares de los secuestrados siguen esperando en Caracas la suerte de sus seres queridos, que, una vez en libertad, serán recibidos por Chávez. La madre de Rojas, Clara González, indicó, tranquila, que tenía la esperanza de recibir el nuevo año junto con su hija y su nieto. Pero añadió que no le importaba «si la operación tardaba un par de días más». «Lo importante es la seguridad», manifestó.