Jerez

Ojeo en estado puro

El ojeo de la perdiz es una de las modalidades de caza que más apasionan a los ciudadanos, y una de las más generalizadas en la zona de Jerez, donde supera a las de en mano o con reclamo, según los datos de Gonzalo Domecq, quien recalca que una cuestión básica es que las perdices sean salvajes.

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Un día de ojeo, como toda actividad que concentra a un número elevado de personas y que además se centra en factores difíciles de controlar, necesita para que sea un éxito de una adecuada planificación, y ello implica tener en cuenta a los siguientes participantes: los ojeadores. El éxito de un día cacería está en función de que éstos sean conocedores de su cometido: su colocación en cada momento, ritmo de movimientos, agitación de banderas que deben portar, vocerío, proximidad entre ellos, etc... Es lo que diferencia a esta modalidad de las demás.

El número medio de ojeadores suele oscilar entre 30 ó 40. Director del ojeo y sus ayudantes. El director del ojeo normalmente es el guarda responsable del acotado, y si no al menos debe ser un conocedor del terreno y de las querencias de los pájaros.