OPTIMISTA. Caffarel lleva seis meses al frente de la institución. / L. V.
Cultura

«Todos somos embajadores de nuestra lengua en el mundo»

La primera mujer responsable del Instituto Cervantes en sus 17 años de historia considera que «uno de los grandes retos es que la ciencia hable en español»

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Es su primera directora en los casi 17 años de historia de del Instituto Cervantes. Carmen Caffarel (Barcelona, 1953) lleva seis meses al frente de la institución encargada de velar por la buena salud y el desarrollo de nuestro idioma en el mundo. Son muchos los retos para esta lingüista de formación, ex directora general de RTVE, empeñada en que todos comprendamos que el idioma que compartimos quinientos millones de personas es uno de nuestros grandes activos económicos. El Cervantes culmina con ella al frente una fase de fuerte expansión y sabe Caffarel que es tiempo de consolidación y mejora, de comprender que «todos somos embajadores de nuestra lengua».

-¿Cuál es el estado de salud del idioma español?

-Muy saludable. Es un joven de más de mil años, pero vigoroso.

-¿Cuarta lengua del mundo y segunda de comunicación, ¿acomplejada ante el inglés?

-No hay razones. El español es una lengua de enorme potencial y riqueza que hermana a 21 países y cientos de millones de hablantes, lo que le da una gran fuerza. Eso sí, hay que reconocer sin amilanarse que el inglés lo ha hecho de lujo a lo largo de la historia.

-¿Y no estamos a años luz del inglés en el ámbito de la ciencia?

-Tanto como años luz no. Pero está claro que el científico es el frente más difícil para nuestro idioma y uno de sus grandes retos. La ciencia ha encontrado un esperanto en el inglés, lo que no quiere decir que no podamos avanzar para que hable en español. En la próxima reunión de neurobiólogos del mundo, el español estará en pie de igualdad con el inglés, por ejemplo. Y eso que nosotros mismos no ponemos todos los medios: cualquier estudiante de un doctorado científico escribe sus textos y tesis y en inglés.

-¿Hay conciencia del valor económico de un idioma que los estudios cifran en el 15% del PIB?

-Me temo que no plenamente. Estamos mejor que estábamos, pero queda mucho por hacer. Ahora se habla del español en las páginas salmón de los periódicos y se estudia y cuantifica su valor económico, pero cuando la sensibilización sea más amplia, recogeremos los frutos.

-¿Quién es el mejor embajador del idioma?

-El propio Instituto Cervantes, lo que quiere decir que todos somos embajadores del español.

El omnipresente inglés

-¿Le molesta que figuras del deporte o del espectáculo se expresen en inglés antes que en español?

-Lo correcto y lo ideal sería anteponer el español. Sean deportistas o cantantes, son embajadores especiales de nuestro idioma y deben promocionarlo. Me gustaría que fuera así, pero no soy talibán para nada en la vida y no se trata de hacer imposiciones.

-¿Qué hace falta para comenzar la batalla con garantías frente a otros idiomas globales?

-No hay que plantearlo en términos bélicos y pensar sólo en lo cuantitativo. La calidad es crucial. Hemos de aprovechar ese caudal de interés de los jóvenes del mundo por el español, unos jóvenes universitarios que serán los dirigentes del mañana. La ciencia, las nuevas tecnologías, nuestra certificación académica, son elementos que situarán al español a un nivel importante de competencia. Hemos ganado ya la partida al alemán y al francés. Sabemos cuál es el camino y hemos de mejorar las herramientas que nos permitan expandirnos más y mejor e imponernos al inglés.

-¿Será más cruenta esa batalla que la del espacio digital?

-Sí. La tecnología nos permite la mayor expansión y llegar donde no lleguemos presencialmente, literalmente, a cualquier rincón del mundo. La apuesta por la plataforma multimedia es clara: la red es una gran herramienta para llegar a los jóvenes. En enero estarán en marcha la radio y la televisión a través de internet. Será un paso decisivo. También nos hemos aliado con Google y negociamos acuerdos con grandes editores estadounidenses para potenciar nuestra presencia allí, que es una apuesta estratégica.

-Tras medio año al frente del Cervantes, ¿cuál es su balance?

-Positivo. Es ilusionante dirigir esta institución. Mi dedicación es plena y ahora conozco bien los entresijos de una casa muy compleja, que defiende la lengua y la cultura en todo el mundo. -¿Qué tal las relaciones Cervantes-Real Academia?

- Excelentes. Coordinamos actuaciones y estamos en contacto permanente de cara al próximo Congreso de la lengua española que se celebrará en Chile. Como dijo Lázaro Carreter, nosotros somos los misioneros del español en el mundo y los académicos se encargan de cuidarlo aquí. El director de la RAE, Víctor García de la Concha, y yo parecemos una pareja de hecho.

-¿Recibe el español muchas patadas en los medios?

-No deja de recibir patadas en todo los ámbitos, pero, en el caso de los medios, creo que hemos mejorado algo. Al menos eso es los que dice Fundeu, el organismo encargado desde la RAE de vigilar el uso del idioma en los medios.

-¿Le preocupa el lenguaje de los jóvenes en los 'sms' y 'messenger'?

-No me escandaliza. La lengua es un órgano vivo. Sin cambios seguiríamos hablando el español medieval. Todos hemos usado sistemas codificados y abreviados, para tomar apuntes, por ejemplo. Hemos de velar por el idioma y para eso está la RAE atenta a lo que pasa en la calle.