Recreación del 'hotel' Galactic Suite en órbita.
Sociedad

Los clientes del hotel espacial español despegarán por levitación magnética

Los viajeros espaciales podrían ponerse en órbita a 450 kilómetros de altura dentro de sólo cuatro años y después de pagar tres millones de euros cada uno Una rampa hará despegar el transbordador con la tecnología del 'tren bala'

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En un día tan propicio como el que fue ayer para las noticias descabelladas, el equipo de Xavier Claramunt volvió a desvelar nuevos datos sobre el proyecto Galactic Suite: el hotel espacial que esta empresa, con sede en Barcelona, pretende inaugurar -dentro de sólo cuatro años- a unos 450 kilómetros sobre nuestras cabezas.

Sabíamos que para pasar tres días en una de las habitaciones del flamante hotel Galactic Suite era pertinente abonar los tres millones de euros que cuesta este paquete vacacional, que incluye también el curso preparatorio de 16 semanas en el Caribe, el vuelo y el alojamiento. A pesar de lo «desorbitado» del precio de cada tarjeta de embarque, los responsables del proyecto estiman que para 2012 serán unos 40.000 los candidatos con capacidad económica suficiente como para comprar uno de estos billetes. Lo que sí se desconocía hasta la fecha era el tipo de tecnología que llevaría al espacio a estos intrépidos turistas.

Tecnología Maglev

Xavier Claramunt y Marsal Grifa, los cabecillas de la iniciativa, han diseñado una infraestructura sobre la que la nave espacial levitará magnéticamente para después acelerar a lo largo de una pista de lanzamiento Maglev (similar a la utilizada por el tren bala japonés). Según han explicado los encargados del futuro hotel, la parte que resulta más cara de un viaje a la Baja Órbita Terrestre se remite precisamente al despegue; por ello, la tecnología empleada resultaba «más competitiva». Además, Xavier Claramunt no olvidó aludir al cuidado de «la sostenibilidad y el medio ambiente» para decidirse por el Maglev, que hará que la nave alcance los mil kilómetros por hora en unos 20 segundos.

Un acelerador suspendido en el aire sobre la vía es propulsado hacia el frente por medio de fuerzas magnéticas. Tras alcanzar la velocidad del sonido -recordemos, 340 metros por segundo- la nave espacial bautizada como Spaceresort se desprende del acelerador Maglev y emplea un cohete para propulsar este trasbordador hasta los 450 kilómetros de altura.

Para diseñar el Spaceport, inédita fusión entre complejo hotelero y base de lanzamiento, Claramunt reconoce haberse inspirado «en la topografía de la isla para estirar el edificio en haces que se mezclan con el terreno. Los edificios se conciben como estructuras de gran luz que permiten la salida de la nave espacial sobre su acelerador Maglev desde el interior, a la vez que se van escalonando para bañar el interior con luz natural».

Además de la rampa de lanzamiento, el complejo contará con hangares para guardar las naves, zonas de mantenimiento y taller, oficinas, salas de espera y todo lo necesario para que el turista goce de un entrenamiento completo antes y de una recuperación óptima después de su experiencia en órbita. La empresa tiene previsto invertir unos 150 millones de euros en la construcción del puerto, lo que no parece una inversión descabellada teniendo en cuenta que el montante equivaldría al pasaje de los primeros 50 turistas. El coste total del proyecto Galactic Suite asciende, despega, hasta los dos mil millones de euros.

De la Tierra a la Suite

Las actividades para los pasajeros-huéspedes del hotel van desde sentir la gravedad cero en sus huesos a involucrarse en experimientos científicos, pero Xavier Claramunt y su equipo -del que forman parte tanto arquitectos como ingenieros aeroespaciales- tienen, y nunca mejor dicho, los pies en la tierra, ya que es ahí donde planean construir un nuevo conjunto hotelero, un espacio de recreo y un mirador, que dispensarán a los turistas y sus familias todas las atenciones necesarias. En total, serán más de 85.000 metros cuadrados, que se unen a los 40.000 destinados al Spaceport. Paradójicamente, pese a toda la información suministrada por la empresa Galactic Suite, no se ha facilitado aún el nombre de las islas donde todo este despliegue se convertirá en realidad antes de 2012. Esgrimen que revelar el nombre de éstas aumentaría su importe.

A partir del próximo año podrán empezar a hacerse las reservas para hacer una de estas escapadas «estilo Verne» en la web de la empresa, lo que unido a otros acontecimientos como los vuelos comerciales que Richard Branson, presidente de Virgin, planea hacer en 2009 -y en los que participarán otros seis turistas españoles- auguran el comienzo de una era nueva, y distinta, para el turismo, inaugurada por el millonario neoyorquino Dennis Tito en 2001 y en la que de momento no parece haber sitio para empresas o clientes low cost.