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Serbia estudia medidas contra los países que apoyen la independencia de Kosovo

El Parlamento serbio inició ayer el debate sobre una resolución que debe reafirmar la soberanía territorial de Serbia y reconsiderar las relaciones diplomáticas con aquellos países que reconozcan la posible independencia de Kosovo. Al inicio de la sesión, el presidente serbio, Boris Tadic, afirmó que «Serbia nunca aceptará la independencia de Kosovo», provincia con una mayoría abrumadora de población albanesa independentista.

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Los albanokosovares aseguraron que proclamarán en breve el autogobierno de forma unilateral, en coordinación con sus amigos occidentales, sobre todo Estados Unidos y varios países de la UE aparentemente dispuestos a reconocer un Kosovo soberano, incluso sin el visto bueno de Naciones Unidas.

Tadic abogó por la continuación de las negociaciones «porque estamos convencidos de que es posible encontrar una solución aceptable para ambas partes», y porque «una solución duradera, estable y pacífica es en interés de todos los países y pueblos en la región». Insistió en que sólo puede decidir el estatuto definitivo de Kosovo el Consejo de Seguridad de la ONU, que el 9 de enero celebrará una nueva sesión en Nueva York. Serbia se opone también al despliegue en la provincia de una misión civil de la UE sin el consentimiento de Naciones Unidas.

Serbia critica asimismo el supuesto apoyo de la OTAN a la independencia de Kosovo y declara su neutralidad militar hasta un eventual referéndum.