ESTRELLA. Oscar Peterson después de actuar en el Montreal en 1984. / AP
Cultura

Fallece el legendario pianista del jazz canadiense Oscar Peterson

El artista colaboró con Fitzerald, Gillespie, Armstrong o Nat King Cole en una prolífica carrera con ocho Grammy

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El pianista de jazz canadiense Oscar Peterson falleció la noche del domingo a causa de una insuficiencia renal en su residencia de Mississauga (Ontario), según informó ayer la cadena de TV Canadian Broadcasting Corporation (CBC).

Peterson fue uno de los músicos de jazz más prolíficos. Su destacado trabajo le permitió ganar ocho premios Grammy. Inasequible al desaliento, siguió trabajando pese a un parálisis cerebral en 1993 que dañó la movilidad de su mano izquierda. Entre los cantantes con los que colaboró, tanto en sus discos como en los escenarios, destacan Ella Fitzgerald, Dizzy Gillespie, Louis Armstrong, Duke Ellington y Nat King Cole, entre otros.

La CBC recordó ayer que algunos de sus trabajos más destacados llegaron tras la creación del Oscar Peterson Trio en 1953.

El trío creó clásicos como At Zardis (1955), At the Straford Shakespearean Festival (1956) y At Concertgebouw (1957). Su primer sencillo, I Got Rhythm, salió a la venta cuando Peterson tenía 19 años. La asociación Canadian Songwriters Hall of Fame, que se encarga de homenajear el legado de compositores destacados, anunció el mes pasado que concedería a Peterson la máxima distinción en 2008. Con el premio, la organización quiere rendir honores a la trayectoria de un «brillante pianista y compositor de jazz» que demostró «habilidad musical» y protagonizó «enérgicas interpretaciones».

El gigante del jazz se crió en un barrio de clase obrera en Montreal y ganó un concurso para jóvenes talentos de la Canadian Broadcasting Corporation (CBC) cuando tenía 14 años. Su padre le dejó perseguir sus ambiciones musicales con la promesa de que sería «el mejor». Canadá le concedió el título de Companion of the Order of Canada, la máxima distinción civil del país. Fue también el primer canadiense que vio, en vida, como su rostro se estampaba en un sello.