MÁS Y MEJOR. La intención municipal es habilitar más suelo comercial y mejorar el existente. / LA VOZ
Chiclana

El Consistorio busca nuevas zonas industriales compatibles con el PGOU

Desbloquear el nuevo polígono Miralrío es una de sus prioridades a corto plazo

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Buscar suelos industriales compatibles con el Plan General y que puedan utilizarse como espacios para acoger actividad empresarial y económica a medio y largo plazo. Ésa es la consigna, esbozada en las últimas semanas por el delegado de Urbanismo de la ciudad, José Pedro Butrón, que seguirá el cuatripartito para tratar de «diversificar y potenciar la economía chiclanera».

En ese sentido una pieza clave es sin duda el nuevo polígono industrial de Miralrío, que desde el Ayuntamiento se pretende desbloquear cuanto antes, pero que depende en gran medida de la Junta, puesto que es la Empresa Pública de Suelo quien lo gestiona.

Con un considerable retraso en la puesta en venta de sus parcelas y en su proyecto de urbanización (que debe ejecutar la empresa municipal de suelo, Emsisa), Miralrío es una vieja reivindicación de los empresarios locales.

Como prolongación natural del parque industrial de Pelagatos, desde la Asociación de Empresarios no se cansan de pedir «que se agilice lo máximo posible la comercialización de las parcelas» contempladas en el primero proyecto de urbanización del recinto empresarial, que incluye varias naves de más de 3.000 m2 para empresas de gran volumen. Sin embargo, la mayor parte del más de un centenar de espacios se destinará a pequeñas empresas.

Sea como fuere, los intereses comunes de empresariado y Consistorio ayudarán a que el proyecto se desbloquee. Ya se han mantenido incluso reuniones entre ambas partes en las que se ha acordado agilizar al máximo los trámites que dependan directamente de la administración municipal y tratar de acortar los plazos para la creación del que será quinto polígono tras Pelagatos, El Torno, La Hoya y Urbisur.

Pero además de Miralrío, la GMU trabaja ya en la búsqueda de nuevos suelos donde permitir la instalación de industrias. «Hace falta potenciar el sector terciario, ya que el crecimiento urbanístico estará al límite en pocos años y esta ciudad no puede permitirse vivir sólo del ladrillo», dijo recientemente Butrón.

Una de esas opciones será el desarrollo de Miralrío II, prolongación natural de la primera fase y ubicado en las proximidades de la carretera de Medina.

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