PELEA. Parri pugna por el balón con el excadista Abel Buades.
Cádiz C.F.

Parri, el intermitente

El levantino fue el sustituto de Lobos y dejó buenos detalles, aunque gran parte del choque estuvo desaparecido

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Todas las miradas se centraron en su figura. Parri debe ser el sucesor de Lobos, si realmente eso es posible. El levantino fue el jugador escogido por Calderón para que ocupase la media punta, relegando nuevamente a Matías Pavoni al banquillo. Era su primer partido como titular con este entrenador y las conclusiones no pueden ser del todo definitivas. La primera sí que lo es, aunque no hacía falta que jugara el partido. En esta plantilla no hay nadie como el argentino. Parri fue mucho más intermitente, alternando fases de buen juego con otras, las más, en las que desaparecía completamente del escenario. El equipo de Calderón se había acostumbrado a jugar con Lobos, con un doble pivote destructivo que se salvaba de la quema gracias a la calidad del platense. Pero Parri no es capaz de bajar al medio campo y subir la pelota como el ex de Gimnasia. A cambio, posee una virtud que no asomaba entre las delgadas piernas de Lobos. Es capaz de jugar al primer toque y con solvencia. En un Cádiz que quiere vivir del contragolpe es una nueva arma a tener en cuenta para Enrique y Dani. Además, pese a jugar un partido discreto, demostró su magnífica pegada en las jugadas de estrategia aunque Dani y Nano se encargaron de malograr su perfecta asistencia. Físicamente, también está lejos de Lobos, que se encontraba en un momento estelar. Su trabajo en la presión dejó mucho que desear, pero no sería por falta de ganas. Fundido tras un duro partido, fue sustituido en el 77, con la satisfacción de quien no ha desentonado, pero con la sensación de que le queda mucho por demostrar.